La yoga es una disciplina muy versátil que podemos practicar incluso en casa, y aunque ofrece una serie de beneficios, puntualizamos algunos para aquellas personas que están en sus 50 años, destacando el de una postura que seguro vas a querer practicar sin importar tu edad.
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Practicar yoga favorece tanto nuestro aspecto físico como mental, y de acuerdo con Howard E. LeWine, MD, Chief Medical Editor, de Harvard Health Publishing, algunos de sus beneficios son:
- Mejora la flexibilidad y el equilibrio. Con la edad, la flexibilidad y el equilibrio pueden disminuir, lo que incrementa el riesgo de caídas. El yoga ayuda a mantener y mejorar estos aspectos, lo que es crucial para la movilidad y la prevención de lesiones.
- Fortalecimiento muscular. Las posturas de yoga implican el uso del peso corporal para fortalecer los músculos, lo que puede ayudar a prevenir la pérdida de masa muscular que ocurre con la edad.
- Reducción del estrés y la ansiedad. Esta práctica incorpora técnicas de respiración y meditación que pueden reducir el estrés y la ansiedad, promoviendo una sensación de calma y bienestar.
- Mejora de la salud cardiovascular. Practicar yoga regularmente puede ayudar a reducir la presión arterial, mejorar la circulación y promover la salud del corazón, lo cual es especialmente importante en la mediana edad.
- Alivia el dolor articular y de espalda. Este ejercicio puede aliviar dolores comunes en personas mayores, como el dolor de espalda o la rigidez articular, al mejorar la postura y fortalecer los músculos que sostienen la columna vertebral y las articulaciones.
- Promoción del bienestar mental. El yoga mejora la concentración y la memoria, ayudando a mantener la agudeza mental, lo cual es esencial para la calidad de vida en la mediana edad.
La postura de yoga que te dará más beneficios si tienes 50 años
De acuerdo con la sección de Vida Saludable, de El Confidencial, dentro de las numerosas posturas que ofrece el practicar yoga, la Purvottanasana, conocida también como la postura de la mesa o plancha invertida, destaca por su capacidad para fortalecer la parte de arriba de nuestro cuerpo, a partir de los abdominales.
Con este ejercicio se trabajan los brazos, los hombros y el pecho, siendo una buena opción si queremos centrarnos en esa área. Además, al facilitar la apertura del pecho y los hombros, también consigue mejorar la respiración. Aunque debes tener cuidado si tienes antecedentes de problemas en la zona lumbar, los hombros o las muñecas, debido a que estas soportan gran parte del cuerpo durante la realización ejercicio.
Para realizar la Purvottanasana hay que sentarse con las piernas estiradas y las manos apoyadas a ambos lados del cuerpo. Luego, se elevan las caderas utilizando la fuerza de los brazos, de forma que la cabeza quede recta y continúe en línea hacia la columna, mientras los pies permanecen firmes en el suelo. La postura debe mantenerse entre 30 segundos y un minuto y combinarse con varias respiraciones profundas.
Aunque esta postura cuenta con tres variantes: Ardha Purvottanasana, Purvottanasana con soporte, y Purvottanasana con una pierna levantada; incorporar la básica a nuestra rutina aportará bienestar general. Pero si tienes 50 años, será una postura de yoga que se volverá un buen ejercicio si lo que deseas es aumentar masa muscular de forma natural.