El autoengaño, ver lo que queremos ver y escuchar solo lo que nos conviene son formas de huir de la realidad. Sin duda no es una práctica que se recomiende, excepto donde sí puede funcionar la distorsión física: la autopercepción sobre nuestra actividad física. Diversos estudios revelan que pensar que estoy en forma ayuda a tener una vida más sana. ¿Cómo es esto posible?
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Si una persona sedentaria está convencida de que no puede ser otra cosa, probablemente no hará el intento de cambiar, detalla José Carrascosa, psicólogo del deporte: “Uno tiende a cumplir sus propias expectativas. Decirse a uno mismo: 'nunca he hecho ejercicio' o 'no voy a andar porque me canso enseguida' es entrar en un bucle de pensamientos autolimitantes”. El trabajo de Carrascosa es justo cambiar ese marco mental, detalla El País.
¿Qué dice la ciencia al respecto?
Las investigaciones de Ciencias del Deporte han descubierto que las personas pueden llegar a tener una vida más saludable de forma inesperada al usar dispositivos que registren sus pasos diarios y sus horas de sueño. Cuando alguien cree que tiene una vida muy sedentaria y el dispositivo lo desmiente con sus métricas, esa persona recupera su autoestima y, por lo tanto, tiene una vida más sana.
También se ha demostrado en un estudio reciente que varias personas cambiaron la percepción que tenían de su calidad de vida después de que un dispositivo registrara su actividad física. En la investigación (realizada a 162 adultos que jamás habían contado sus pasos diarios) todos aquellos que creían que habían alcanzado los 7,000 pasos diarios, fuera real o no, tenían una mejor autoestima que aquellos que no lo lograron.
Cuando comenzaron a medir su actividad, habían comenzado también a cuidar su alimentación y consumir menos alimentos ricos en grasas. Su forma física había mejorado a pesar de que su actividad física diaria seguía siendo la misma.
Lo único que se había modificado de forma sustancial en estas personas fue la mentalidad que tenían, pues pensaban que estaban haciendo "suficiente ejercicio", que sus niveles de actividad física habían mejorado y, por tanto, que estaban más sanos, así como un efecto placebo.
Cambiar la mentalidad mejora el estado físico
El poder de la mentalidad en la psicología es grande. Gracias a esto podemos transformar por completo nuestra vida. Una actitud optimista y positiva te permite no solo afrontar los desafíos de la vida de manera eficaz y saludable, también te ayuda a tener una mejor salud en general, detalla Psicología, Mente y Salud.
Además, una actitud y mentalidad positiva tiene un gran impacto en la vida diaria. Ayuda a manejar el estrés de mejor forma, lo que a su vez mejora la salud física y mental. También promueve una mayor resiliencia y autoestima, esto te ayudará a tener una mejor autopercepción y obtener una mejor vida.
Por ello, para tener una vida activa y sana, lo primero que debes hacer es dejar de pensar que es un negado. Las afirmaciones rotundas sobre nosotros mismos funcionan como una profecía autocumplida. “El pensamiento negativo más difícil de desactivar, confirma José Carrascosa, psicólogo del deporte , es el inocente, pero rotundo, 'Yo soy así’.
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