Frecuentemente cuando hablamos de sueño, de las primeras ideas que vienen a nuestra cabeza tienen que ver con la interpretación de los sueños que tenemos al dormir, muchas veces tratamos de dar sentido a soñar con la muerte, una boda, caídas al precipicio, volar o incluso perder los dientes, muchos libros se escriben sobre el significado especifico de soñar. Pero más allá de esos conceptos generales, la realidad es que soñar nos puede decir mucho de nuestro estado de salud.
No es posible saber si un sueño predice o anticipa situaciones, pero si podemos afirmar de acuerdo a estudios científicos que mientras soñamos se reflejan todos los elementos que conocemos y estados emocionales o de salud por los que estamos experimentando. Especialmente los sueños suceden durante el sueño de movimientos oculares rápidos, una de las fases de sueño más estudiadas en la que nuestro cuerpo pierde el tomo muscular por lo que dejamos de movernos y solo mantenemos el movimiento de los ojos, razón por la cual recibe este nombre y que concentra aquellos sueños con cierta narrativa o historia que puede tener o no sentido pero que contiene elementos que hemos visto en la vida diaria, en un libro, la televisión, internet etc, simplemente nuestro cerebro lo organiza de diferentes formas.
Es por eso que si una noche, cenamos demasiado, el proceso de digestión es lento y complicado y genera un estímulo negativo que nuestro cerebro puede interpretar como algo desagradable y reflejarlo en una pesadilla, o bien cuando cursamos con un problema o hemos pasado un evento traumático este se repetirá sistemáticamente en nuestros sueños provocando despertares abruptos y sueños desagradables en los que revivimos el evento que dio origen al trauma.
Por otro lado, pacientes que sufren apnea obstructiva de sueño, el trastorno que se presentan pausas en la respiración acompañados de ronquido y despertares con sensación de ahogo, pueden soñar que alguien los persigue y se quedan sin aliento, o bien que se están ahogando en el agua o tienen algo encima que les provoca asfixia, siendo este el reflejo de un ahogo real en el que deja de entrar aire a su cuerpo por una obstrucción total o parcial de la vía aérea superior y una caída del porcentaje de oxígeno en sangre.
Cuando algo nos tiene preocupados, estresados o tristes, nuestros sueños reflejarán situaciones de que reflejen estos estados de ánimo, aunque no se repita la situación que estamos viviendo, simplemente nos harán tener la misma sensación desagradable porque está presente en nuestros pensamientos, haciendo que en ocasiones evitemos dormir para no tener estos sueños desagradables.
Las personas con dolor crónico, con trastornos neurológicos o con consumo crónico de sustancias también pueden tener sueños que reflejen el malestar y los estados de ansiedad que experimentan e incluso en algunos casos de consumo de sustancias puede incrementar o disminuir el tiempo que soñamos, que en condiciones normales ocupa aproximadamente el 20% del tiempo total de nuestro sueño.
Así que la próxima vez que duermas, vale la pena tratar de recordar nuestros sueños, sobre todo si tienen un contenido emocional relevante, pues pueden decirnos mucho sobre nuestra salud, incluso soñar demasiado, o no recordar nuestros sueños puede advertirnos la presencia de un trastorno en el dormir.