Cuidar nuestro cerebro no es opcional: es una necesidad. Pero, ¿cómo se cuida el cerebro y cómo se relaciona esto con nuestro estilo de vida y nuestra alimentación. BDNF: El secreto para un cerebro más joven, rápido y enfocado. Pero, ¿qué es y cómo aumentar sus niveles en nuestro cuerpo?
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BDNF: El secreto para un cerebro más joven, rápido y enfocado
Existe una molécula clave para nuestro bienestar mental y cognitivo: el BDNF (Brain-Derived Neurotrophic Factor), una proteína que podría ser el secreto para mantener tu mente joven, ágil y resiliente.
El BDNF impulsa la neurogénesis (nacimiento de nuevas neuronas) y la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse, aprender y formar nuevas conexiones. Estudios recientes lo vinculan con una mejor memoria, aprendizaje y concentración, así como con una menor incidencia de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson, informó Perfil.
Por ello, aumentar sus niveles se ha convertido en un objetivo dentro de muchas estrategias de biohacking cerebral:
- Alimentación inteligente: Una dieta basada en alimentos reales, ricos en nutrientes y mínimamente procesados, es clave para estimular la producción de BDNF. Frutas, vegetales, legumbres, cereales integrales, pescados, huevos, especias como la cúrcuma, y grasas saludables como el omega-3 son aliados indispensables. Incluso algunos compuestos nootrópicos como la vitamina B12, el magnesio o la l-teanina, pueden potenciar aún más su efecto, siempre bajo guía profesional. Además, reducir el azúcar, las harinas refinadas y los ultraprocesados también es esencial. Porque lo que comes no solo alimenta tu cuerpo, sino que moldea literalmente la estructura y el rendimiento de tu cerebro.
- Movimiento, el fertilizante del cerebro: El ejercicio físico es uno de los estímulos más potentes para elevar los niveles de BDNF. El entrenamiento de fuerza y las rutinas de alta intensidad son especialmente eficaces, además de mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés. Puesto que el estrés crónico reduce el BDNF, por eso, incorporar prácticas como meditación, respiración consciente o yoga es mucho más que una moda zen.
- Una alianza clave para el cerebro: El famoso eje intestino-cerebro-microbiota ha revelado que la salud intestinal influye directamente en los niveles de BDNF. Una microbiota diversa y equilibrada favorece la neuroplasticidad, mientras que su desequilibrio (disbiosis) puede disminuir esta proteína clave. Cuidar tu intestino con una dieta rica en fibra, prebióticos y alimentos fermentados podría ser la vía más inesperada, y efectiva, para pensar con más claridad, enfocarte mejor y proteger tu mente a largo plazo.
En resumen, cuidar de nuestro cerebro no solo es posible sino necesario. Así podremos generar BDNF, una proteína que podría ser el secreto para mantener tu mente joven, ágil y resiliente. Lo cual es posible a través de una alimentación inteligente, ejercicio físico y una salud intestinal sana.