Seguramente te ha pasado: despiertas con el cuerpo adolorido, sintiendo que no has descansado lo suficiente. Según expertos, es probable que esto ocurra por tu colchón, uno de los objetos en la casa al que menos atención se les presta.
Aunque pueda parecer sorprendente, el colchón en el que duermes cada noche sí puede impactar en tu salud, por lo que elegir correctamente resulta altamente necesario. Pero, ¿cómo puedes saber qué colchón es bueno para ti?
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Según los especialistas, no existe un solo colchón que sea universal o que se adapte a las necesidades de todas las personas, que pueden ser diferentes y variar de acuerdo a características individuales, como el peso o condiciones de salud.
Poder elegir un colchón que sea bueno para ti puede ser de mucha ayuda para tener mayor comodidad, relajación y, en general, noches mucho más cómodas.
¿Por qué es importante elegir bien tu colchón?
Incluso si parece sorprendente, nuestra elección de colchón (sea buena o mala) tiene un impacto en más que solo nuestra comodidad durante las noches, pues se ha observado que también puede influir en nuestra salud, como relata Sleep Foundation.
De hecho, se ha observado que el colchón, aunque normalmente lo consideremos una pieza más de la habitación y a la que le damos poca importancia, puede influir en factores como:
- La capacidad de poder dormir.
- La calidad del sueño.
- Los dolores de espalda.
- Alineación de la columna vertebral.
- El bienestar del cuerpo en general.
Para que un colchón pueda ayudar positivamente en la calidad del sueño, es muy importante que este sepa cumplir con nuestras necesidades de descanso, así como que sus materiales se encuentren en un buen estado.
Señales de que quizás deberías cambiar tu colchón
Si bien los colchones no tienen una fecha de caducidad, es importante saber que su reemplazo será necesario después de un par de años, ya que sus cualidades positivas pueden irse perdiendo con el desgaste, y podría traerte más problemas que descanso.
Sleep Advisor y Dormitorum señalan que el tiempo en que debes cambiar tu colchón puede variar dependiendo del material que esté hecho y qué tan bien se ha conservado con el paso del tiempo, pero se estima que en promedio, el cambio debería realizarse entre 8 y 10 años después de comprarlo.
Eso sí, es posible que el tiempo de vida pueda extenderse (o acortarse) dependiendo de los cuidados que le des, así como su frecuencia de uso. Y en esos casos, saber si debes o no cambiar tu colchón dependerá de las siguientes señales:
- Despertar cansado.
- El colchón presenta hendiduras en el centro.
- Levantarse con dolor de espalda o de cuello.
- Hay zonas que se han deformado (como los bordes).
- Tener malestar corporal por las mañanas.
¿Cómo saber qué colchón es bueno para ti?
Ya sea que es tiempo de cambiar tu colchón o es tu primera vez comprando uno, es muy importante que a la hora de seleccionar tengas en cuenta que no cualquiera podrá serte útil, y que al elegir debes considerar tus características y necesidades.
Condiciones de salud (como problemas de espalda o alergias), tu presupuesto, pero también tus preferencias a la hora de dormir, indica el blog de Luuna, son factores muy importantes a la hora de elegir un colchón que sea bueno para ti.
Sin embargo, debido a la gran cantidad de modelos que hay en el mercado, es posible que elegir un colchón sea una tarea relativamente complicada, pero Time Stamped y Sleep Foundation brindan algunos consejos que pueden ayudarte en el proceso:
1. Evalúa la firmeza que necesitarás.
Es decir, qué tan duro o suave debe sentirse al acostarse. Para saber qué te resulta ideal, piensa en cuánto soporte buscas a la hora de dormir. Si tienes problemas de espalda, por ejemplo, es posible que un colchón firme te sea más útil ya que brinda un mejor soporte.
2. Analiza la posición en la que duermes.
Tu forma de dormir también puede influir en qué tipo de colchón es ideal para ti. Si duermes boca arriba o boca abajo, es posible que necesites un colchón más firme que ayude a mantener tu cuerpo alineado; por el contrario, un colchón suave será de utilidad para quienes duermen de lado para evitar exceso de presión en hombros y cadera.
3. Tu peso y complexión corporal también influye.
Al igual que la posición al dormir, tu peso es un factor importante a la hora de dormir. Las personas de menor peso pueden preferir colchones más suaves, mientras que los colchones firmes se sugieren para personas más pesadas.
4. El tamaño del colchón también debe analizarse.
Analiza cuánto espacio necesitas para dormir, considerando si duermes acompañado por tu pareja o si sueles moverte mucho durante las noches; mientras las camas individuales son ideales para niños, las queen y king pueden ser mejores para parejas.
5. Considera necesidades específicas que puedas tener.
Dolores crónicos de espalda, molestias en otras zonas del cuerpo o alergias, pueden ser solo algunas de las cosas que influyan al elegir el colchón y los materiales de los que está hecho. Las personas con alergias pueden beneficiarse de los colchones de látex, por ejemplo.
Ten en mente tus gustos particulares, pues lo más importante para descansar bien es, además de tener un buen soporte, sentirse satisfecho al recostarse, considerando si te gusta un colchón más suave, uno más fresco (en ese caso los de resorte podrían ser ideales), etc.
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