Poco menos de la mitad de los mexicanos presenta algún tipo de trastorno del sueño, lo que significa que se duerme menos tiempo del que es necesario para nuestro organismo, pero ¿por qué estamos durmiendo menos? Los expertos indican que las causas pueden ser muchas.
El sueño, se trata de un proceso y una necesidad muy importante para nuestro organismo, fundamentalmente para nuestro cerebro, ya que el descanso ofrece la posibilidad de que este último y nuestras capacidades funcionen de forma adecuada.
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A pesar de esto, los especialistas aseguran que en la sociedad mexicana, se duermen cada vez menos horas, y esto en gran parte porque somos una sociedad que presenta graves restricciones de sueño, además de un serio desperdicio del descanso.
Esto, asegura el experto Rafael Santana Miranda, de la Facultad de Medicina de la UNAM, hace que las personas se encuentren en una situación de vulnerabilidad, desventaja y alto riesgo, que afectan la calidad de vida.
Dormir es una inversión positiva del tiempo
El investigador de la Coordinación de Psicobiología y Neurociencias de la Facultad de Medicina de la UNAM, Óscar Próspero García, explicó que en muchos casos, las personas, principalmente los jóvenes, restan importancia al dormir, pues lo consideran como una “pérdida de tiempo”, que podría ser utilizado para algo mejor.
Sin embargo, el especialista aclara que dormir es, y debe ser considerada, como una inversión de tiempo que se relaciona con una buena salud, contrario a lo que muchas personas pueden considerar.
“Dormir bien nos permite tener buen humor, estar atentos y tomar mejores decisiones, mientras que al dormir mal estamos enojados, sensibles, intolerantes, y cometemos errores de juicio que pueden trascender y ser muy graves.”, agregó Óscar Próspero García, investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Dormir adecuadamente (en cantidad y calidad), contribuye a que el cerebro pueda regenerarse y “limpiarse de impurezas”, explicó el investigador, proceso que contribuye a que el aparato mental funcione de mejor manera.
¿Por qué estamos comenzando a dormir menos?
Rafael Santana Miranda, responsable de la Clínica de Trastornos del Sueño, de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que en realidad las personas pueden padecer problemas en la cantidad o calidad del sueño por diferentes factores, tanto físicos como sociales.
Sin embargo, existen algunas causas principales por las cuales las personas están presentando una mala calidad del sueño:
- Jornadas de trabajo superiores a las 8 horas oficiales.
- Turnos nocturnos o rotatorios, los cuales dañan el ritmo biológico de las personas
- Trayectos de largas distancias para llegar al trabajo, por los que las personas deben dormir poco o mal.
- Debido a los recorridos de largas distancias para llegar al trabajo, las personas pueden dormir en el transporte público, lo que implica un mal descanso.
- Desconocimiento sobre los beneficios del sueño
- Abuso en el uso de dispositivos móviles y redes sociales, por lo que la atención se acapara, y las personas pueden sacrificar horas de descanso y sueño.
- La creencia de que dormir es una pérdida de tiempo, que se contrapone a otras necesidades o gustos, como el trabajo, el estudio, o ir de fiesta.
- Problemas de salud mental, como ansiedad y depresión.
Además, se reportó que durante y después de la pandemia de covid-19, ha existido un aumento considerable en los casos y el número de personas que presentan algún tipo de trastorno del sueño, como insomnio y mala calidad del sueño, esto principalmente como resultado del trauma que representó el encierro y las consecuencias de la enfermedad.
¿Qué consecuencias tiene el dormir poco?
Los expertos e instituciones de salud, han remarcado que los adultos deben dormir todos los días entre 7 y 8 horas diarias en promedio, sin embargo, se ha observado que pocos lo logran y en realidad está lejos de cumplirse, debido principalmente a los factores antes mencionados.
Dormir menos de las horas recomendadas, puede tener consecuencias importantes, que pueden repercutir de forma significativa en la calidad de vida de las personas, como:
- Deterioro de los procesos cognitivos, como el razonamiento, la toma de decisiones, y la memoria.
- Cambios de humor, y mal humor general.
- Episodios más frecuentes de cansancio y fatiga.
- Trastornos agudos de insomnio y ansiedad.
- Desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión, alteraciones cardiovasculares, y obesidad.
“No estamos durmiendo bien ni las horas suficientes, y además, no tenemos horarios de trabajo sanos. Sólo se vive para trabajar, y entonces ¿quién educa a los hijos o quién cuida la calidad de la alimentación? No hay tiempo para hacer ejercicio y menos para el entretenimiento. Éstas son situaciones que están mermando nuestra calidad de vida, pero al mismo tiempo nos están trayendo una cantidad de problemas sociales terribles”, aseguró Rafael Santana Miranda.
(Con información de: Gaceta UNAM.)