¿Te ha pasado que tienes mucho sueño, te quedas dormido por un momento y luego decides dormir y ya no puedes a pesar de que tienes mucho sueño? Hoy te diremos por qué sucede esto.
El Portal CNN explica que la presión del sueño es una de las razones por las que duermes y esta se refiere a la fuerza del impulso biológico del sueño. Cuanto más tiempo permanezcas despierto, mayor será la presión del sueño.
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El reloj corporal o ritmo circadiano es otro factor. Este te indica que debes estar despierto durante el día y qué debes dormir durante la noche.
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¿Por qué no puedes dormir después de haber dormido un momento y tener mucho sueño?
Si te quedaste dormido antes de ir a la cama a dormir definitivamente, es probable que la presión del sueño sea mucho menor que antes de la pequeña siesta. En lugar de llevar más de 16 horas despierto, acabas de estar y, por lo tanto, tienes menos presión del sueño. Esto puede provocar que sea mucho más difícil conciliar el sueño después.
Si te quedaste dormido durante cinco minutos, es posible que no te cueste mucho el volver a dormir ya que es poco probable que una siesta tan corta reduzca mucho la presión del sueño. Pero si te dormiste por un tiempo más prolongado, la historia puede ser muy diferente.
Los ciclos del sueño también pueden jugar en tu contra ya que la mayoría de ellos durante 90 minutos. Empiezan con un sueño ligero, pasan a un sueño profundo y terminan de nuevo con un sueño ligero. Si te despiertas durante el sueño profundo, te puedes sentir aturdido y te será fácil volverte a dormir cuando te acuestes. Sin embargo, si te despiertas después de haber cumplido un ciclo de sueño puede costar volver a conciliar el sueño.
Las actividades que haces después de una siesta antes de dormir también influyen como el encender las luces o lavarte los dientes, esto puede hacer que te sientas más alerta y que te cueste más el dormir.
¿Qué hacer para conciliar el sueño al acostarte a dormir?
- Asegúrate de estar en una habitación oscura, tranquila y cómoda. En esta temporada invernal procura calentar tu habitación o llévate una compresa caliente a la cama.
- Tu comportamiento antes de acostarte también influye en la facilidad con la que te quedas dormido. Asegúrate de seguir la misma rutina todas las noches.
- Es muy importante que antes de dormir no mires el celular ya que esto puede dificultar el sueño debido tanto a la exposición de la luz azul como al efecto potencialmente estresante o de alerta del contenido con el que se interactúa.
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