Recientemente se ha hablado mucho de la microbiota, de todos los beneficios que tiene en nuestro organismo y cómo puede influir en nuestra salud, comportamiento, capacidad intelectual, estado de ánimo e incluso en nuestro sueño.
La microbiota es el conjunto de microorganismos que viven en nuestro cuerpo; está compuesta principalmente de bacterias, pero también encontramos virus, hongos levaduras, etc.
Te podría interesar
Tenemos microbiota en la piel, vías urinarias, pulmones, vagina, boca, etc. Sin embargo, la más estudiada es la que vive en nuestro intestino; tenemos más de 100 billones de bacterias viviendo en nuestro intestino.
Probablemente te preguntes cómo llegan estos microrganismos a colonizar todo nuestro cuerpo. Los últimos estudios señalan que tenemos microbiota aún desde antes del nacimiento; sin embargo, la mayor parte la recibimos al momento de nacer. Algunos científicos señalan que antes del nacimiento las bacterias de la madre, que deberán colonizar al recién nacido, migran a la región más posterior del tracto digestivo para que en el momento del parto vaginal la cara del bebé tenga contacto con ésta.
De hecho, diversos estudios señalan que la microbiota de un bebé que nació por cesárea es más parecida a la que vemos en la piel del neonatólogo o ginecólogo, mientras que de los que nacen por parto vaginal, es similar a la de la madre.
A partir del nacimiento la microbiota intestinal va proliferando adecuada o inadecuadamente dependiendo de factores como la alimentación; sabemos que los bebés que reciben lactancia materna exclusiva tienen una microbiota distinta (más diversa) a aquellos alimentados con fórmulas. Este patrón se mantiene a lo largo de la vida es decir, nuestra microbiota intestinal dependerá principalmente de la alimentación, aunque también interfieren otros factores como: beber alcohol, fumar, desvelarnos, tomar antibióticos, el estrés etc.
Ahora bien, ¿para qué sirve esta microbiota intestinal?
La microbiota tiene funciones metabólicas; favoreciendo la digestión, absorción de nutrientes, la producción de ácidos grasos de cadenas cortas (indispensables para distintas funciones en nuestro organismo como el sueño, control de glucosa, etc.). Por otro lado, la microbiota funciona como una defensa en nuestro cuerpo, protegiéndonos de microbios dañinos y sustancias tóxicas. Además, producen neurotransmisores y hormonas que ejercen influencia en nuestros propios órganos como en el cerebro, interviniendo en la conducta, estado de ánimo entre otras funciones. Finalmente, algunos de sus residuos podemos utilizarlos como fuente de energía.
Cuando nuestra dieta no es variada y tendemos a alimentarnos principalmente de azúcar, grasas y proteína, proliferarán aquellas bacterias que se alimentan de estas y disminuirán las bacterias que se alimentan de la fibra de la fruta, verdura y leguminosas; por lo que corremos el riesgo de presentar alteraciones en la diversidad de nuestra microbiota y desarrollaremos disbiosis.
La disbiosis puede asociarse a problemas gastrointestinales como: diarreas, inflamación, colitis, gastritis, falta de absorción de nutrientes, obesidad, Diabetes Mellitus, etc. pero no solo eso, una disbiosis puede ser la responsable de problemas como insomnio, ansiedad, depresión o problemas para socializar.
En relación con el sueño sabemos que, el butirato, un ácido graso de cadena corta que es producido por algunas de estas bacterias (las que se alimentan de la fibra de las verduras, leguminosas, etc.), aumenta el tiempo total de sueño y el sueño profundo, este último es la etapa de sueño en la que descansamos más y el butirato puede aumentarlo hasta en el 50%.
Se han realizado estudios donde se observa que corrigiendo la disbiosis podemos mejorar el sueño en pacientes con insomnio.
Otro estudio demostró que los lactobacilos mejoraban el sueño a través del mismo mecanismo que los medicamentos que utilizamos para dormir y para la ansiedad.
Finalmente podemos concluir que mantener una dieta balanceada y saludable, reducir el estrés, el alcohol y tomar antibiótico solo en caso necesario, ayudará a mantener una microbiota saludable y con ello a dormir mejor.