¿Te ha sucedido alguna vez, que al estar descansando por la tarde o noche, pareciera que tus piernas no pueden estar quietas? Esto puede ocurrirle hasta al 10% de la población en general; se trata del Síndrome de Piernas Inquietas. La prevalencia de este síndrome aumenta con la edad, se observa hasta en el 23% de adultos mayores. Aunque en menor medida, en niños y en adolescentes también se presenta; se calcula que puede observarse en el 4% de esta población.
Este trastorno de sueño se caracteriza por la presencia de ansiedad o incomodidad en las piernas al estar en reposo y la necesidad inevitable de moverlas. Esta sensación generalmente no es dolorosa, pero puede llegar a ser muy incómoda, y solo mejora al mover o frotar las piernas; es por eso que quien lo padece, necesita pararse, caminar, y estar en constante movimiento para aliviar el malestar, lo que le impide dormir retrasándose el inicio de sueño. Estas medidas parecen funcionar, al menos temporalmente. En casos más severos, esta urgencia por moverse puede presentarse en brazos, cuello, cara, etc.
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Otra característica importante de este peculiar trastorno de sueño es que se presenta por la tarde o por la noche, es por esto por lo que los pacientes evitan realizar actividades vespertinas donde deben de permanecer inmóviles, como ir al cine, una cena o realizarse la pedicura.
Dado el horario en el que se presenta afecta mucho el inicio del sueño, la incomodidad en las piernas y la consecuente urgencia por moverlas no permite que el paciente se quede dormido. Desafortunadamente, una vez que el paciente logra iniciar el sueño, el problema no termina; hasta el 80% de las personas con este síndrome padecen un segundo trastorno llamado: Trastorno de Movimientos Periódicos de las Extremidades, que se refiere a movimientos de las piernas (involuntarios e inconscientes), que se presentan con de manera repetida y periódica y a pesar de que es difícil percibirlos, provocan despertares, por lo que se afecta la cantidad y calidad de sueño.
Causas y tratamiento del síndrome de piernas inquietas
El síndrome de piernas inquietas es más frecuente en pacientes adultos (más de 40 años), mujeres embarazadas, pacientes con insuficiencia renal crónica o con anemia por cualquier origen; ya que la deficiencia de hierro es una causa muy frecuente de este trastorno. Aunque se ha identificado un origen genético.
Es importante realizar el diagnóstico de manera oportuna, ya que afecta mucho la calidad de vida de quien lo padece, además de aumentar el gasto cardiaco y el riesgo a presentar un infarto al miocardio; esto último particularmente en mujeres.
El tratamiento puede variar en función de las características del trastorno como la severidad, tiempo de evolución, edad del paciente y factores asociados (como embarazo o anemias).
Además del tratamiento farmacológico, existen algunas medidas conductuales que pueden ayudar a los pacientes con Síndrome de Piernas Inquietas. Entre estas encontramos disminuir el consumo de alimentos y bebidas con cafeína, evitar la nicotina, realizar ejercicio moderado en las últimas dos horas antes de acostarse y, aunque con menor evidencia clínica, masaje con aceite de lavanda en las piernas.