Todos tenemos una voz que nos acompaña a diario, es nuestro diálogo interno, y si lo llevamos bien puede ser espectacular pero si es destructivo, nosotros mismos podemos hacernos daño.
De acuerdo con Úrsula, de Somos Estupendas, psicóloga especializada en sexualidad, TCA, y gestión emocional, el diálogo interno nos acompaña a todas horas. Es la forma en la que hablamos, nuestros pensamientos y la forma en la que interpretamos el mundo.
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“Todo aquello que has recibido del exterior (cómo te hablaban tus padres, qué has visto en casa) hace que tu diálogo interno nazca de una forma u otra: la autocrítica que anula o la que te ayuda a crecer y a superarte”.
Ella explica que “cuando somos pequeños necesitamos una figura externa para regularnos. Si nuestro discurso interno es adaptativo, tendrás una gestión adecuada de las emociones y una perspectiva de aprendizaje. Pero si mantengo un discurso interno desadaptativo habrá un desgaste emocional”.
Según la especialista tenemos muy normalizado la empatía hacia el resto: comprender, acompañar, etcétera, sin embargo no hacia nosotros mismos, por lo que plantea que al hablarnos evaluemos: ¿Qué ocurre conmigo? Si no se lo diría a nadie ¿por qué a mí sí me lo digo?
El diálogo interno y la autocrítica hacen que no nos sintamos capaces. Al no sentirnos capaces no generaremos conductas que nos ayuden a ver que sí que somos capaces.
¿Cómo mejorar tu diálogo interno?
La psicóloga señala que el diálogo interno destructivo y la autocrítica no es algo que podamos apagar de forma automática y permanente, y que, aunque hay momentos difíciles en la vida, existen estos pilares para mejorarlo:
- Obsérvate. Ser conscientes de qué emociones aparecen y se generan tras una experiencia complicada y cómo te sientes tras hablarte de la forma en la que te hablas. Y de todas las voces que escuchas, potenciar la que te haga florecer.
- Planea cómo modificar el discurso. Pensar hasta qué punto tus pensamientos actuales son realistas. ¿Le dirías esto a la persona que quieres? ¿Qué podrías decirte en esa situación? Ella sugiere aprovechar el discurso interno a nuestro favor, es decir, convertir la crítica negativa en un discurso que nos haga florecer.
- Dialoga con esa voz interior. Aprovechar el discurso interno para potenciar otras voces que hay dentro de ti. Si no interactuamos con esas otras voces, la voz destructiva será la única con fuerza dentro de nuestra mente y será más fácil creerla, dice. Y aunque explica que es un proceso que lleva tiempo, afirma que descubrir estas otras veces será liberador.
En resumen, el diálogo interno es nuestro compañero de por vida, usarlo a nuestro favor nos traerá muchos beneficios y es la conversación más importante en nuestro día a día. Hacerlo nos movilizará hacia los cambios que deseamos en nuestra vida. Además, es un aprendizaje constante que hasta los más famosos se están procurando, por ejemplo Karol G o Cristiano Ronaldo.