Al realizar una revisión de los estudios realizados sobre la asociación entre la actividad física y mejor salud mental, investigadores de la Universidad Anglia Ruskin (ARU) detectaron que el ejercicio de baja intensidad reducía el riesgo de depresión en un 23% y ansiedad en un 26%. Entre las actividades incluyeron jardinería, golf y caminar. Dichos beneficios no fueron observados en ejercicios de alta intensidad, reporta Infosalus. Ahora los resultados están publicados en la revista ‘Neuroscience and Biobehavioural Reviews’.
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“El hecho de que incluso niveles bajos a moderados de actividad física puedan ser beneficiosos para la salud mental es particularmente importante, dado que estos niveles de actividad pueden ser más alcanzables para las personas que pueden hacer pequeños cambios en su estilo de vida sin sentir que necesitan comprometerse con un alto nivel de actividad física programa de ejercicios de intensidad”, menciona Lee Smith, principal autor del estudio.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (2021), en México la proporción de población con síntomas de depresión asciende a 15.4% de la población adulta, pero entre las mujeres alcanza 19.5%. Además, captó que 19.3% de la población adulta tiene síntomas de ansiedad severa, mientras otro 31.3% revela síntomas de ansiedad mínima o en algún grado.
¿Cuál es el mejor ejercicio para la depresión?
De acuerdo con truecare, la mayoría de la gente sabe que el ejercicio es bueno para ellas, pues mejora el sueño, ayuda a mantener el peso saludable y aumenta los niveles de energía. Además, el ejercicio también ha demostrado tener impactos significativos en las personas con problemas de salud mental, particularmente depresión y ansiedad. Diversos estudios han detectado los beneficios, especialmente en el ejercicio de baja intensidad.
El portal añade que las personas que hacen ejercicio son generalmente quienes están en mayor sintonía con su bienestar general, pues tienden a comer mejor, regular el sueño y vivir un estilo de vida saludable. Cuando el bienestar físico mejora, el estado de ánimo mejora. Aunque puede ser difícil hacer ejercicio cuando la persona experimenta agotamiento, inseguridad, desesperanza, entre otras emociones, el ejercicio puede traer beneficios a corto plazo.
La Universidad de Chile explica que las razones por las cuales el ejercicio promueve efectos positivos con la depresión tienen que ver con cambios estructurales y fisiológicos en el cerebro. El ejercicio promueve la creación de nuevas neuronas. A la par, se ha reportado que el ejercicio ayuda a reducir la neuroinflamación. En el caso de la ansiedad alivia la tensión y el estrés, aumenta la energía y mejora el bienestar.
"Estos efectos de la intensidad de la actividad física sobre la depresión resaltan la necesidad de pautas precisas de ejercicio. El ejercicio moderado puede mejorar la salud mental a través de reacciones bioquímicas, mientras que el ejercicio de alta intensidad puede empeorar las respuestas relacionadas con el estrés en algunos individuos", detalla Lee Smith.
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