La realización de cualquier actividad física aporta muchos beneficios para la salud, sin embargo, entre más intensa sea la actividad mejores serán los beneficios que estos aportan y ahora una nueva investigación indica que hacer ejercicio puede reducir los efectos de dormir poco.
No dormir puede traer muchos problemas a la salud, los expertos recomiendan dormir al menos 8 horas diarias, sin embargo, hacer ejercicio podría reducir los efectos de dormir poco de acuerdo a una nueva investigación.
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Hacer ejercicio puede reducir los efectos de dormir poco
Una investigación publicada en el European Journal of Preventive Cardiology en la que participaron más de 90 mil adultos indica que la actividad física contrarresta algunos de los efectos negativos de dormir poco.
“La investigación demostró que el aumento de los niveles de actividad física debilita los riesgos de mortalidad asociados a la duración corta o larga de sueño”, indica el doctor Jihui Zhang, autor del estudio.
Tanto el ejercicio suficiente como un sueño saludable contribuyen a prolongar la esperanza de vida. Sin embargo, todavía se desconoce cómo la actividad física puede interactuar con la duración del sueño para promover la salud.
Este estudio es el primero en examinar los efectos conjuntos de la actividad física y la duración del sueño sobre el riesgo de mortalidad utilizando la acelerometría. En la investigación participaron 92 mil 221 adultos de entre 40 y 73 años que portaban una pulsera con acelerómetro durante una semana.
La duración del sueño durante la noche se clasificó como corta (menos de seis horas), normal (de seis a ocho horas) o larga (más de ocho horas). El volumen total de actividad física se dividió en bajo, intermedio y alto.
La actividad física de moderada a intensa se clasificó según cumpliera o no las directrices de la Organización Mundial de la Salud.
Los datos de mortalidad se recogieron de los registros de defunciones. El resultado primario fue la muerte por cualquier causa. Los criterios de valoración secundarios fueron la muerte por enfermedad cardiovascular y la muerte por cáncer.
¿Cómo influye la actividad física en el impacto del sueño?
Los especialistas examinaron cómo influía la actividad física en el impacto del sueño sobre la mortalidad: en primer lugar, analizaron el volumen de actividad y, en segundo lugar, la actividad física intensa.
En cuanto al volumen de actividad, en aquellos con cantidades bajas, el sueño corto y largo se asociaron con un 16 y un 37% más de riesgo de muerte por todas las causas, respectivamente.
En los participantes con cantidades intermedias de ejercicio, sólo el sueño corto fue perjudicial, con un 41% de aumento de la probabilidad de muerte por todas las causas.
En las personas que realizaban ejercicio elevado, la duración del sueño no se relacionó con el riesgo de muerte. En el caso de la muerte cardiovascular, las personas que dormían poco y hacían ejercicio tenían un riesgo elevado del 69%, que desaparecía cuando el ejercicio aumentaba a volúmenes moderados o elevados.
En cuanto a la muerte por cáncer, las personas que dormían poco y hacían poco ejercicio tenían un mayor riesgo en un 21%, que desaparecía con volúmenes de ejercicio moderado o alto.
“Estos hallazgos sugieren que los esfuerzos de promoción de la salud dirigidos tanto a la actividad física como a la duración del sueño pueden ser más eficaces para prevenir o retrasar la muerte prematura en personas de mediana edad que centrarse en un solo comportamiento. En un escenario ideal, las personas siempre dormirían y harían ejercicio físico en cantidades saludables. Sin embargo, nuestro estudio indica que hacer suficiente ejercicio puede compensar parcialmente el impacto perjudicial de no dormir bien por la noche”, son las conclusiones del doctor Zhang.
(Con información de: Scielo y el European Journal of Preventive Cardiology)