El otoño ya llegó y esto significa que las temperaturas empezarán a disminuir por lo que hay que cuidar más la salud y es por eso que te diremos qué vitaminas no pueden faltar.
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Es hora de guardar los trajes de baño y empezar a desempolvar las chamarras, ya que el otoño ya está aquí, también es fundamental saber que vitaminas no pueden faltar durante esta temporada.
¿Qué vitaminas no pueden faltar durante el otoño?
Con la disminución de la temperatura es común que el cuerpo necesite un poco más de vitaminas y es que cuando el frío llega las enfermedades aumentan por lo que se vuelve fundamental cuidar la salud.
Estas son las vitaminas que no pueden faltar durante el otoño:
- Vitamina A
La Clínica Mayo explica que la vitamina A es un nutriente importante para la visión, el crecimiento, la división celular, la reproducción y la inmunidad. También tiene propiedades antioxidantes.
La vitamina A está presente en muchos alimentos, como la espinaca, los productos lácteos y el hígado. Otras fuentes son los alimentos ricos en betacaroteno, como los vegetales de hoja, las zanahorias y el melón cantalupo. Tu cuerpo transforma los betacarotenos en vitamina A.
- Vitamina B
La Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos señala que la vitamina B ayuda al proceso que hace su cuerpo para obtener energía de la comida que se consume. También ayudan a formar glóbulos rojos.
La vitamina B se puede obtener en las proteínas como pescado, pollo, carne de res, huevos y productos lácteos. Los vegetales de hojas verdes, frijoles y judías también tienen vitaminas B.
- Vitamina C
Los Institutos Nacionales contra el Cáncer de Estados Unidos explican que la vitamina C es un nutriente hidrosoluble que se encuentra en ciertos alimentos. En el cuerpo, actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres.
Los radicales libres son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía. Las personas también están expuestas a los radicales libres presentes en el ambiente por el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la radiación solar ultravioleta.
Además, el cuerpo necesita vitamina C para producir colágeno, una proteína necesaria para la cicatrización de las heridas. La vitamina C también mejora la absorción del hierro presente en los alimentos de origen vegetal y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra las enfermedades.
- Vitamina D
La vitamina D es un nutriente que el cuerpo necesita para fortalecer los huesos y mantenerlos saludables. Es por eso que el cuerpo solo puede absorber calcio, el componente principal del hueso, cuando la vitamina D está presente. La vitamina D también regula muchas otras funciones celulares en el cuerpo.
Sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras contribuyen con la salud del sistema inmune, la función muscular y la actividad de las células cerebrales.
La vitamina D no se encuentra naturalmente en muchos alimentos, pero puedes obtenerla de leche fortificada, cereales fortificados y pescado graso, como salmón, sardinas y caballa. El cuerpo también genera vitamina D cuando la luz solar directa convierte un químico en la piel en la forma activa de la vitamina (calciferol).
- Vitamina E
La vitamina E es un nutriente importante para la visión, la reproducción y la salud de la sangre, el cerebro y la piel. Algunos alimentos ricos en esta vitamina son el aceite de canola, el aceite de oliva, la margarina, las almendras y los maníes. También puedes obtenerla de las carnes, los productos lácteos, los vegetales de hoja y los cereales fortificados. Además, está disponible como un suplemento oral en forma de cápsulas o gotas.
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