A lo largo de nuestra vida podemos dejar de hacer muchas actividades físicas o cambiar de hábitos, no obstante, hay algo que nunca dejaremos de hacer: respirar.
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Además, podemos decir que lo hacemos bastante bien, de lo contrario, no podríamos vivir. Sin embargo, al realizar algunas investigaciones sobre la respiración, descubrimos que no solo es posible hacerlo mejor, también puede servir para muchas cosas. Te compartimos algunos ejercicios para lograrlo.
De acuerdo con Miguel Soro, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Fisioterapeutas, desde la infancia nos enseñan muchas cosas sobre el bienestar de nuestro cuerpo. En deportes suelen decirnos que debemos inhalar por la nariz y exhalar por la boca, pero fuera de eso no nos explican cuál es la forma correcta de respirar, detalla en entrevista con El País.
¿Cuáles son los beneficios de respirar correctamente?
La respiración es un proceso fisiológico que llevamos a cabo en todo momento de forma inconsciente o consciente. Se trata de un proceso físico mediante el cual inhalamos aire del ambiente hasta nuestros pulmones para hacer llegar el oxígeno a nuestras células y que estas puedan desempeñar sus funciones metabólicas, detalla Psicología y Mente. No obstante, respirar no solo sirve para llevar a cabo procesos metabólicos.
Al respecto, Miguel Soro explica que el diafragma, el músculo respiratorio principal, que se contrae y se relaja para permitir la entrada de aire a los pulmones, se encuentra en muchas ocasiones infrautilizado, lo que influye en nuestra mecánica respiratoria. Aunque la respiración superficial que tenemos a diario puede ayudarnos a realizar nuestras actividades cotidianas sin problema, tener una correcta respiración nos puede ayudar a realizar un esfuerzo físico mayor y tener mejores resultados, no cansarnos tan pronto y rendir más.
Uno de los primeros beneficios de la mejora de la respiración, indica Miguel Soro, es que se consigue que sea más profunda, lo que ayuda a oxigenar el cuerpo de manera más adecuada y hace que la musculatura funcione correctamente. Además, respirar mejor puede también suponer “una mejora en la capacidad física y por ello puede contribuir a un mejor desarrollo de la musculatura periférica”, añade Muñoz.
3 ejercicios para respirar mejor
Para lograr una mejor respiración, te compartimos algunos ejercicios que puedes practicar en casa, la escuela, el trabajo o incluso haciendo actividad física. Verás que con el tiempo tu respiración será mucho mejor y verás mejores resultados en tu vida y actividades diarias.
- Practica respirar con la boca cerrada
De acuerdo con The New York Times, respirar por la boca es una práctica que puede irritar los pulmones, aumentar el riesgo de padecer infecciones respiratorias y disminuir la humedad del cuerpo. Además de eso, respirar con la boca se asocia al mal aliento, la apnea del sueño y otras afecciones de salud.
Inhalar y exhalar por la nariz filtra, calienta y trata el aire. Nos ayuda a respirar de forma más completa y profunda. También nos permite absorber más oxígeno y aumenta la ingesta de óxido nítrico, una molécula que abre los vasos sanguíneos y aumenta la circulación, permitiendo que la sangre y los nutrientes viajan a todas las partes del cuerpo.
Un ejercicio efectivo que puede ayudar a descongestionar la nariz consiste en sentarte derecho, inhalar y exhalar suavemente por la nariz. Luego, con dos dedos, cierra ambas fosas nasales. Sacude la cabeza hacia arriba y hacia abajo hasta que sientas la necesidad de respirar. Inhala lentamente por la nariz. Respira con calma durante 30 segundos a un minuto. Repite cinco veces más.
- Respiración diafragmática
La respiración diafragmática, también conocida como respiración abdominal, puede ayudarte a reaprender a respirar más profundamente, permitir que los pulmones absorben más oxígeno y reducir el estrés.
De acuerdo con Miguel Soro, este ejercicio implica respirar profundamente utilizando el diafragma. Para realizarlo debes sentarte o acostarte en una posición cómoda. Coloca una mano sobre el abdomen y otra sobre el pecho. Inhala lentamente por la nariz, permitiendo que el abdomen se expanda y el pecho se mantenga quieto. Exhala lentamente por la boca, dejando que el abdomen se contraiga. Repite este proceso varias veces enfocándose en hacerlo lento y pausado.
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Párate derecho y respira mejor
La mala postura limita el diafragma y lentifica actividades como la circulación y la digestión. Estos ejercicios estiran las piernas, alargan la espalda y abren los hombros, lo que ayuda a descomprimir la columna vertebral.
Lo único que tienes que hacer es colocarte en el suelo sobre tus cuatro puntos y con las manos bajar los hombros y las rodillas por debajo de las caderas (como cuando los gatos se estiran). Mientras inhalas, deja caer el abdomen,. Luego, lleva el pecho hacia adelante y mira hacia arriba. Exhala, lleva la barbilla hacia el pecho y encorva la columna vertebral. Deja que tu respiración dicte el ritmo.
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