Cuando las y los niños están en sus primeros años, no sólo están aprendiendo sobre el mundo que les rodea, también están aprendiendo sobre su cuerpo, su mente y sus emociones. Desde la tristeza, el enojo, la frustración, el aburrimiento, el miedo o la ansiedad, niñas y niños expresan su sentir mediante golpes, caras, lágrimas, palabras, gritos o expresiones. Ante el poco manejo que tiene sobre ellas, pueden ocasionar un mal momento tanto para el infante, como para la persona cuidadora.
Por ello, madres, padres, cuidadores y familiares deberán estar al tanto de estas expresiones para saber guiar al menor evitando que se dañe a sí mismo o a las demás personas. En estas situaciones, aprender a respirar profundamente puede ser un primer paso para el manejo de emociones. En esta nota te explicamos más sobre los beneficios que tiene y cómo podrá ayudarte.
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¿Por qué es buena la respiración profunda?
La respiración profunda, de acuerdo con Cigna, es una herramienta para reducir el estrés en el cuerpo. Esto se debe a que cuando se respira profundamente, el cuerpo envía un mensaje al cerebro para calmarse y relajarse. Después, el cerebro envía este mensaje el cuerpo. Si la persona que estaba estresada tenía un aumento de la frecuencia cardíaca, una respiración acelerada o una presión arterial alta, disminuye a medida que respira.
HealthyChildren explica que el cerebro de las y los niños está cansado por lo cual en cualquier etapa necesitan un tiempo para desconectarse, relajarse y concentrarse. Es ahí donde la respiración profunda ofrece a las y los niños a desenvolverse con mayor eficacia y lucidez. Además, se les enseña a saber parar, enfocarse y sólo respirar. Eresmamá menciona otros de sus beneficios:
- Aprender a relajarse por nosotros mismos: a veces las y los niños se acostumbran a entender la relajación mediante jugar videojuegos o navegar por internet, por lo cual al enseñarles a respirar profundo, les estamos enseñando que nosotros mismos somos suficientes para tener tranquilidad
- Mejor sueño: la respiración profunda mejora su metabolismo, equilibra los latidos del corazón y relaja sus músculos. Si se práctica antes de dormir, conciliarán el sueño antes de tiempo
- Pulmones sanos y fuertes: respirar profundo ayuda a la elasticidad de los pulmones y el tórax. Además, reduce la carga de trabajo del corazón al regular la tensión sanguínea
Si te ha impresionado los beneficios que obtienen las y los niños al respirar profundamente, entonces es momento de aplicar esta técnica. Para ello, Faros tiene una serie de ejercicios los cuales incluyen una actividad para hacer conciencia del proceso:
- Coger un trozo de papel, colocarnos delante de la pared con las manos en la espalda y soplar para aguantar el papel
- Hacer burbujas de jabón lo más grande que podamos, pero intentando que no se rompan y controlando la expulsión de aire
- Para el proceso completo de respiración, podemos tomar un globo, inflarlo un poco y colocarlo encima de la barriga. Respirar lentamente por la nariz y expirar por la boca mientras observamos cómo el globo sube y baja
- Sentarnos en un lugar tranquilo con la espalda y cabeza recta, cerrar los ojos y poner la mano sobre el abdomen. Respirar por la nariz durante tres segundos y expirar por la boca tres segundos. Realizar una pausa y repetir, observando cómo entra el aire en el estómago
- También podemos contar mientras respiramos (1,2,3) y expiramos (3,2,1). Sea que el niño o la persona adulta cuente en voz alta o con los dedos. Aquí se puede incluir la retención del aire antes de expirarlo.
(Con información de Cigna, HealthyChildren, Eresmamá, Faros)