Cuidar la alimentación de niños, niñas y jóvenes durante estas vacaciones de verano es la recomendación de Voz Pro Salud Mental Ciudad de México (VPSMCDMX). De acuerdo con la organización sin fines de lucro, una alimentación saludable aumenta la autoestima y mejora la salud mental, por lo cual es necesario que madres, padres y cuidadores fomenten la práctica de hábitos alimenticios. Ante el inicio de vacaciones, niñas, niños y adolescentes pueden aumentar el consumo de productos con diversos ingredientes nocivos para la salud.
“Un niño o una niña con desnutrición crónica puede tener problemas de aprendizaje en la etapa escolar, anemia, malestares cardíacos y cefalea entre otros. Por otro lado, la obesidad infantil trae consigo enfermedades graves a futuro, como la predisposición de diabetes, hipertensión, colesterol alto y enfermedades en vías coronarias”, menciona Gabriela Cámara Cáceres, presidenta honoraria de VPSMCDMX.
Según Unicef, en México el 59% de las niñas y los niños tiene una diversidad mínima en su alimentación y el 18% no consume frutas o verduras. Además, el 5% de las y los niños entre los 0 a 4 años tiene sobrepeso, mientras el 35% de niños y adolescentes entre 5 a19 años viven con sobrepeso y obesidad. El 2% está delgado o muy delgado.
Voz Pro Salud Mental Ciudad de México, según su portal oficial, se dedica a la psicoeducación tanto en personas diagnosticadas con algún trastorno mental, como en sus familiares y cuidadores primarios. Mediante diversas actividades, concientizan sobre la relevancia de la salud mental, su tratamiento oportuno, su detección y atención temprana, al igual, evitar el estigma y discriminación.
¿Qué provoca que los niños dejen de comer?
“Una pena, un estado ansioso o un cambio concreto en la vida del niño puede provocar que no quiera comer. Si esto es temporal, hay que dejar que la situación se normalice por sí sola, pero si se establece en el tiempo, ya estamos frente a un problema de aprendizaje o conducta”, explica María Ignacia Burr, psicóloga de Clínica Las Condes.
Otro factor que implica la baja de alimentación en niñas y niños puede ser la inapetencia infantil, explica educo. Este cambio suele producirse durante vacaciones donde los días al ser más largos y la presencia de diversas actividades, pueden cambiar el ritmo habitual de niñas, niños, adolescentes y personas adultas. Por lo cual es necesario seguir ofreciendo agua, una alimentación completa y variada aunque no la persona no se termine el plato para evitar modificaciones en patrones alimenticios.
La comida chatarra también influye en estos cambios, pues al ser una solución momentánea al abatimiento del hambre, no provee al cuerpo los nutrientes que necesita. Ante esto, Gabriela Cámara Cáceres subraya la importancia de evitar el azúcar, la sal y la harina. Recomienda balancear la dieta con el Plato del Bien Comer —una tercera parte de vegetales, una tercera parte de proteína y una tercera parte de carbohidratos— así como consumir de colación fruta o verdura.
Además, madres, padres y cuidadores pueden planear un menú semanal y aumentar el consumo de frutas, verduras y proteínas. Al igual, pueden fomentar actividades físicas, particularmente en estas vacaciones en las que pueden pasar mucho tiempo en las pantallas de los celulares u otros dispositivos.
“Hay que transmitirles el valor del autocuidado enseñándoles a comer alimentos saludables que les aporten energía y nutran al cerebro, además de inspirarlos a ejercitarse y a tener hábitos saludables. Sentirnos ligeros y realizar algún ejercicio ayuda directamente a la recuperación de nuestra confianza”, enfatiza Gabriela Cámara Cáceres.
(Con información de Unicef, Voz Pro Salud Mental Ciudad de México, educo, Clínica Las Condes)