En todo el planeta, las personas viven por más tiempo que antes. Ahora, la mayoría de la población tiene una esperanza de vida superior a los 60 años, detalla la Organización Mundial de la salud (OMS).
Desde el punto de vista biológico, el envejecimiento es el resultado de la acumulación de daños moleculares y celulares que ocurren a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso de las capacidades físicas y mentales, mayor riesgo de enfermedad y, en ultima instancia, la muerte.
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Es necesario destacar que el envejecimiento no es un proceso uniforme para toda la humanidad, pues la velocidad de este proceso natural puede variar según factores genéticos, condiciones de salud, estilo de vida, entorno, entre otras cosas. Por lo anterior, es importante resaltar que existen algunos hábitos negativos que aceleran este proceso. Te contamos de cuáles se tratan.
Hábitos que aceleran el envejecimiento
- Consumo de grasas saturadas, procesadas y azúcares
De acuerdo con Semana, el consumo excesivo de estos alimentos afecta la producción de colágeno y elastina, pues hay proteínas de baja calidad que aceleran el envejecimiento y provocan la aparición de arrugas, líneas de expresión y flacidez en el rostro.
- Falta de hidratación
El consumo de agua es vital para que el organismo permanezca fuerte y sano. Si la hidratación no es buena, el proceso de renovación de piel se ve afectado, por lo que las arrugas aparecen de forma prematura, la piel perderá elasticidad y probablemente se reseque.
- Exponerse al sol sin protector solar
Exponer la piel a los rayos UV sin protección daña las células sanas y aceleran el envejecimiento, además, aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Es importante usar diariamente protector solar para evitar posibles enfermedades y envejecimiento prematuro. No importa la edad, es importante protegerse del sol.
- Niveles bajos de sueño
Dormir la cantidad correcta de horas es esencial para evitar cansancio crónico y futuros problemas de salud. Mientras dormimos se llevan a cabo proceso que ayudan a reducir las agresiones que sufren los tejidos durante el día, por lo que dormir menos de siete uu ocho horas diarias afecta la oxigenación cutánea y favorece la aparición de arrugas prematuras, granos, bolsas debajo de los ojos y flacidez.
- Niveles altos de estrés
Vivir bajo niveles altos de estrés no solo altera nuestro rendimiento en el día a día y nos hace sentir con más agotamiento físico, también hace que la piel no se regenere con la velocidad adecuada, lo cual causa que esta se deshidrate y pierda fuerza.
(Con información de Semana, Clínica Medina, OMS).