Si eres de los que cena a altas horas de la noche, o de los que disfruta bocadillos a la media noche, lamentamos decirte que, según expertos, existen razones por las cuales no deberías cenar tarde, ni siquiera un snack, incluso si parece una actividad relativamente inofensiva.
Cenar tarde en la noche, ya sea que te prepares todo un banquete, o que elijas comer un bocadillo antes de ir a la cama, es totalmente desaconsejado por los expertos en salud, ya que se ha demostrado que esta actividad puede repercutir en el equilibrio de tu cuerpo, como tu metabolismo o tu ritmo circadiano.
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Estos desajustes en el equilibrio, aclaran, podrían tener repercusiones mayores, que pueden ir más allá de hacerte sentir incómodo al acostarte, que te causan pesadillas o te impidan conciliar el sueño: cenar antes de dormir, altera las funciones del cuerpo.
Comer antes de ir a la cama: algo no recomendado
Alexis Supan, dietista de Cleveland Clinic Center, explica que cenar antes de ir a la cama es un rotundo no, y debería evitarse a toda costa, incluso si en ocasiones es poco realista o posible, ya que alteraría el mecanismo natural de nuestro cuerpo, y además estamos en más riesgo de comer alimentos poco sanos.
La experta aclara que cuando comemos tarde, en primer lugar, estamos yendo contra nuestro ritmo circadiano natural, lo que se traduciría en que las calorías extras que comemos por nuestra cena nocturna o un snack antes de la cama, se almacenan como grasa, y no se queman como debería ser.
Esto ocurre, explica, porque nuestro cuerpo está diseñado para que durante las mañanas aprovechemos mejor las calorías que consumimos debido a la gran sensibilidad a la insulina por las mañanas, de la cual carecemos en la noche; de hecho, mientras dormimos, nos enfrentamos a una resistencia a la insulina.
Por otra parte, afirma, es posible que al cenar tarde o al comernos un snack nocturno, seamos más propensos a elegir alimentos poco saludables, como un proceso de “rutina de relajación” nocturna.
Estos son los 5 efectos de cenar tarde
Comer o cenar tarde, incluso tener un bocadillo antes de dormir, como ya dijimos, es algo que no debería hacerse ya que podríamos alterar nuestro equilibrio interno, sin embargo, ¿qué pasa si lo hacemos? ¿Tiene alguna repercusión?
Además de que cenar tarde (y más si lo haces en gran cantidad, o incluyendo alimentos muy “pesados”) puede generarte malestar a la hora de descansar, e incluso pesadillas, los expertos afirman que esta actividad podría causar más que eso: aumentaría tus riesgos de enfermedades.
Hasta ahora, se ha demostrado que cenar tarde o comer algo antes de irse a la cama puede tener 5 efectos negativos en la salud:
- Reflujo.
Aunque depende en gran parte de qué y cuánto comes, cenar muy tarde podría incrementar tus riesgos de reflujo gástrico, más aún si te vas a dormir inmediatamente después de comer. - Aumento de peso.
Estudios han encontrado que cuando es de noche, nuestro cuerpo puede tener problemas para quemar las calorías de la comida que consumimos, y se vuelve un proceso mucho más lento en comparación al día; así, estas calorías se almacenarían como grasa, haciendo que aumentemos de peso. - Azúcar en sangre más elevada.
Una investigación encontró que las personas que comían a las 9 de la noche, tenían niveles de azúcar mucho más elevados por la mañana, que aquellas personas que cenaban a las 6 de la noche. - Síndrome metabólico.
Diferentes estudios han encontrado que cenar tarde, podría causar un aumento en el riesgo de padecer síndrome metabólico, principalmente porque los niveles de azúcar en sangre se ven alterados. - Más riesgo de obesidad.
Un estudio de la Escuela Médica de Harvard, encontró que cuando una persona come o cena tarde, podría aumentar los riesgos de obesidad, principalmente porque aumenta el hambre, nuestra quema de calorías se vuelve lenta, y podemos guardar más grasa.
¿A qué hora debes dejar de comer?
Hasta ahora, los especialistas no han llegado a establecer una hora concreta a la cual se debería dejar de comer, ni han indicado una hora en la que resulte más adecuado cenar, ya que esto puede variar y ser diferente para cada persona, dependiendo de sus rutinas.
Eso sí, hasta ahora, según lo que se lo demostrado en diferentes investigaciones, cuando las personas consumen la cena a las 9 de la noche, o más tarde, se observan más riesgos de salud (aumento de peso, niveles de glucosa elevados, reflujo,...), que en las personas que cenan a las 6 de la tarde.
Otros expertos, de momento, aclaran que lo ideal es que nuestra última comida del día, nuestra cena, no sea tan tarde, y que procuremos ingerir nuestros alimentos dentro de una ventana de 8 a 12 horas en el día, mientras aún haya luz solar.
¿Qué hacer para dejar de cenar tarde?
Sin embargo, si eres de las personas que disfrutan de las meriendas nocturnas, o por diferentes motivos (como tu rutina diaria) te resulta complicado no cenar tarde, los especialistas aseguran que hay una serie de consejos que pueden ayudar a abandonar este hábito, o cuando menos hacerlo menos perjudicial:
- Mantén una dieta regular durante el día, así reducirás tus ganas de comer mucho por la noche.
- Evita los snacks dañinos como papas fritas, galletas o helado. Si los mantienes lejos de casa, puede ser mejor.
- Si vas a cenar relativamente tarde, procura ir por opciones más sanas, como verduras cocidas o crudas, fruta o yogurt girego.
- Bebe té herbal o agua, esto podría calmar tu necesidad de comer por las noches.
- En caso de que tengas que cenar tarde, procura que tus porciones no sean muy grandes, y mantén el control.
- Ve a dormir temprano. Quedarte despierto hasta tarde genera más oportunidades de tener hambre, y desvelarte podría incrementar tus hormonas del hambre, haciendo que coma más de lo debido.
(Con información de: Cleveland Clinic, Health Line, Harvard Medical School.)