Hacer ejercicio es una de las claves para bajar de peso, pero hay personas que por más que se esfuerzan con la actividad física no logran ver resultados en su peso y a continuación, te decimos a qué se debe.
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Si tienes unos kilitos de más es importante que te esfuerces por bajar de peso ya que el sobrepeso puede causar enfermedades como la diabetes, la cual hay que evitar ya que es una enfermedad crónica.
La razón por la que no logras bajar de peso
Un equipo de investigación de la Universidad de Kobe estudió la razón del por qué algunas personas por más que hagan ejercicio no logran bajar de peso. Para esto estudiaron a los ratones que no pueden producir moléculas señalizadoras que responden específicamente al ejercicio de corta duración y regulan el metabolismo energético del cuerpo. Esos ratones consumen menos oxígeno durante el ejercicio, queman menos grasa y, por lo tanto, también son más propensas a subir de peso.
Los investigadores también encontraron esta conexión en humanos, el nuevo conocimiento de este mecanismo podría proporcionar una vía para tratar la obesidad.
Aunque se sabe que el ejercicio físico quema grasas, para algunas personas es mucho más difícil que para otras, lo que hace cuestionar que sea un proceso tan simple como “calorías que entran menos calorías que salen”.
Los investigadores ya habían identificado una molécula señal, una proteína llamada “PGC-1a”, que parece relacionar el ejercicio con sus efectos. Sin embargo, no se ha podido determinar si un aumento de la cantidad de esta proteína produce o no estos efectos.
Los investigadores estudiaron la proteína
Los investigadores crearon ratones que carecían de las versiones b y c de la molécula señal PGC-1a, pero que aún tenían la versión a estándar, y midieron el crecimiento muscular, la quema de grasa y el consumo de oxígeno de los ratones durante el descanso y el ejercicio a corto y largo plazo.
Del mismo modo, reclutaron sujetos de prueba humanos con y sin diabetes tipo 2 y los sometieron a pruebas similares a las de los ratones, porque se sabe que las personas intolerantes a la insulina y obesas tienen niveles reducidos de la molécula señal.
¿Cuáles fueron los descubrimientos?
En humanos, el equipo de investigación encontró que cuanto más producían los sujetos de prueba las versiones b y c de la molécula señal, más oxígeno consumían y menor porcentaje de grasa corporal tenían, tanto en individuos sanos como en aquellos con diabetes tipo 2.
“Por lo tanto, la hipótesis de que los genes en el músculo esquelético determinan la susceptibilidad a la obesidad era correcta”, indicaron los investigadores.
Los investigadores también señalaron que comprender la actividad fisiológica de las diferentes versiones de PGC-1a podría permitir diseñar estrategias de tratamientos para la obesidad.
“Recientemente, se han desarrollado medicamentos contra la obesidad que suprimen el apetito y se recetan cada vez más en muchos países de todo el mundo. Sin embargo, no existen medicamentos que traten la obesidad aumentando el gasto energético”, concluyeron los investigadores.
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