EJERCICIO

Ejercicio físico: fortaleciendo el hipocampo y la memoria

El ejercicio puede revertir el declive estructural y funcional relacionado con la edad, reforzando la memoria y la reserva cognitiva | Dr. Edilberto Peña

El ejercicio físico es clave para un cerebro sano, incluso en la vejez.
El ejercicio físico es clave para un cerebro sano, incluso en la vejez. Créditos: Canva/ Cortesía
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Sabemos que el ejercicio es un aliado para el corazón, los músculos y el ánimo. A través de la liberación de monoaminas (como dopamina, serotonina y noradrenalina) y endorfinas, nos sentimos más felices y motivados. Asimismo, el incremento del BDNF —factor neurotrófico derivado del cerebro— potencia la neuroplasticidad, mejorando la capacidad del sistema nervioso para adaptarse y aprender.

El ejercicio tiene muchos beneficios para el cerebro. 

No obstante, uno de los hallazgos más fascinantes proviene de un estudio controlado —Erickson y colaboradores (PNAS, 2011)— en el que se demostró que el ejercicio aeróbico moderado regular durante un año incrementa en un 2% el volumen del hipocampo anterior, particularmente en regiones como el giro dentado, el subículo y CA1, todas críticas para la memoria espacial.

Este aumento roteó por completo la tendencia normal del envejecimiento: el grupo de control, en contraste, mostró una disminución de entre el 1.4% y el 1.43% en ambos hipocampos derecho e izquierdo —tal como suele ocurrir con la edad—En términos prácticos, ese 2% de ganancia equipara a recuperar hasta uno o dos años de volumen perdido por el envejecimiento.

Y lo más relevante: el aumento en el volumen del hipocampo se vinculó con mejoras significativas en la memoria espacial —cuya evaluación mostró correlaciones positivas tanto en hemisferio izquierdo como en el derecho.

Aunque el cambio en BDNF en suero no fue estadísticamente mayor en el grupo de ejercicio frente al grupo control, sí se observó que en quienes aumentaron su volumen hipocampal, los niveles de BDNF tendían a ser mayores, respaldando su papel en neurogénesis y plasticidad

¿Cómo cambia el cerebro con el ejercicio? 

Estos resultados consolidan la evidencia de que el ejercicio no solo mantiene el hipocampo, sino que puede revertir el declive estructural y funcional relacionado con la edad, reforzando la memoria y la reserva cognitiva.

Mecanismos clave:

  • Neurogénesis y ramificación dendrítica en el hipocampo anterior.
  • Mejora en la perfusión cerebral, oxigenación y nutrición neuronal.
  • Estimulación del BDNF, factor esencial para la plasticidad y supervivencia neuronal.
  • Incremento de conexiones sinápticas y vascularización.

Lo más alentador es que este tipo de beneficios no está reservado a atletas: basta con ejercicio aeróbico moderado (por ejemplo, caminata rápida, trote ligero o natación) durante al menos un año. En una era donde el deterioro cognitivo y las demencias son una preocupación creciente, el ejercicio emerge como una intervención asequible, efectiva y sin efectos secundarios, ideal incluso para quienes comienzan tarde en la vida.

En conclusión: más allá de tonificar cuerpo y ánimo, el ejercicio es un verdadero entrenamiento para el cerebro, capaz de agrandar el hipocampo, mejorar la memoria y fortalecer defensas cognitivas, todo paso a paso.