Dentro de las maravillas de los avances médicos a nadie nos extraña que el cardiólogo comente que en una tomografía de coronarias encontró calcificaciones derivadas de colesterol y triglicéridos, que estás son significativas y que se requiere de un procedimiento que haga que se abra de nuevo el flujo de sangre dentro de estas arterias.
Nos cita temprano, nos meten a un quirófano ambulatorio y por medio de un par de catéteres que se colocan a través de las venas de mi brazo o de mi pierna se va guiando por medio de rayos X llegar hasta las citadas arterias coronarias y se insufla un pequeño globo que rompe las calcificaciones y logra su cometido.
Te podría interesar
Me vigilan unas horas y me puedo ir tranquilamente a mi casa a descansar y recuperarme. Y que, decir de los pacientes portadores de Enfermedad de Parkinson avanzada y que se les coloca un estimulador cerebral profundo, un cable de mucho menos grosor que un cabello humano que se introduce en los núcleos profundos del movimiento en el cerebro, conectados a un marcapasos y que permiten frenar drásticamente el temblor y la rigidez de los pacientes.
Pero ¿Qué pasa en el área de la psiquiatría?
Los avances en dispositivos médicos ya están aquí desde hace años, con avales y aprobaciones de las instancias regulatorias internacionales y nacionales y como una parte fundamental del arsenal de las herramientas terapéuticas en el área de la salud mental. En este apartado es que tenemos a la neuromodulación.
Se cuenta con aparatos que, desde fuera del cráneo, pueden producir cambios directos en el funcionamiento de la corteza cerebral y de núcleos más internos que se encargan de las emociones, la cognición y la conducta. Dispositivos que, por medio de ondas magnéticas, eléctricas, de laser, o de ultrasonido, pueden funcionar a la manera de marcapasos externos que cambian la frecuencia de disparo anormal (sí las neuronas son células que se comunican con energía eléctrica) de ciertas zonas del cerebro.
Las evidencias son muy antiguas, donde las lesiones cerebrales o la neurodegeneración nos fueron permitiendo mapear y saber que cada patología de la neuropsiquiatría se corresponde a una alteración en el funcionamiento eléctrico de una corteza o de un núcleo cerebral.
El estilo de vida, la psicoterapia y los medicamentos, por diferentes vías llegan al punto común de reponer el funcionamiento eléctrico normal de estas ya mencionadas zonas del cerebro. Por eso, técnicas como la estimulación magnética transcraneal, la estimulación de corriente directa, la estimulación del nervio vago o la estimulación cerebral profunda; y muchas otras que siguen en investigación, son los elementos de esta categoría grande dentro de la neuropsiquiatría que se conoce como neuromodulación.
Este fin de semana anterior se realizó en la CDMX el 3er. Curso de la Sociedad Mexicana de Neuromodulación, agrupando cerca de 200 profesionales del campo de la psiquiatría, neurología, psicología, rehabilitación y otorrinolaringología, entre otros, para normar y armonizar los criterios de utilización y de aplicación para los millones de pacientes del país que pueden verse beneficiados de esta tecnología.
Se mostraron evidencias novedosas de actualización, así como una sana convivencia con los distribuidores de dispositivos que mostraron todos sus avances y más por venir. Albricias en el área de la salud mental y la neuropsiquiatría, contamos ya con mejores opciones para beneficiar a más pacientes.