Tras una serie pendientes resueltos, tareas terminadas y horas de estrés, buscamos momentos de relajación. Por ello, cuando llegamos a casa nos damos ese regalo mediante alimentos que nos dejen un sabor delicioso. Desde pambazos hasta enchiladas, elegimos entre diversas alternativas de cenar. Después de satisfacer al estómago, nuestros ojos empiezan a cerrar. ¿Cuánto tiempo debemos esperar para ir a la cama? Aquí te lo decimos.
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Es común preguntarse cuánto tiempo se debe esperar después de cenar antes de realizar actividades específicas, como acostarse o hacer ejercicio. La respuesta varía dependiendo de diversos factores, por ejemplo, el tipo de alimentos consumidos, la cantidad de la cena y las necesidades individuales de cada persona.
¿Por qué esperar tiempo después de cenar? ¿Cuánto tiempo debemos esperar? ¿A qué nos exponemos si nos dormimos después de cenar? Quédate en esta nota para conocer aquellas respuestas que probablemente estás buscando. La próxima vez que vayas a cenar, no olvidarás tomar en cuenta estas precauciones.
¿Qué pasa si ceno y luego duermo?
De acuerdo con Revista Moi, cenar es tan malo o bueno como el total de tus comidas al día y la calidad de los alimentos que comas. Si durante el día comes mucho más de lo que necesitas, la cena debe ser más ligera o no cenar porque no requieres más energía. Por otra parte, si la cena es tu comida fuerte, debe ser más abundante. Entre los beneficios de tener una cena están:
- Ayuda a crear músculo: la cena mejora la síntesis muscular, siempre y cuando sea principalmente proteína
- Mejora tu metabolismo mañanero: el metabolismo es la forma en que tu cuerpo convierte la comida en energía. Cuando no está a su 100% es cuando el cuerpo acumula más grasa corporal
- Disminuye tu ansiedad por comer pan y dulce en las mañanas: si no cenas para “bajar de peso”, despertarás con más ganas de comer
- Ayuda a dormir y descansar mejor: si cenas lo que debes, puedes mejorar la calidad del sueño
Aunque cenar tiene sus beneficios, también puede tener sus lados contrarios. Vitónica detalla que consumir comidas copiosas o la mayoría de los nutrientes diarios durante la cena puede aumentar la susceptibilidad a la obesidad y otras enfermedades cardiometabólicas. Cenar mucho, especialmente carbohidratos, puede aumentar las probabilidades de desarrollar cáncer, diabetes tipo 2, sobrepeso, entre otras.
“Hay evidencia de que comer tarde en la noche dificulta el manejo metabólico de los picos de insulina, del manejo de la glucosa, así como de los lípidos en sangre”, menciona Maribel Lizarzábal, gastroenteróloga para El Universo.
La especialista informa que el sistema digestivo se regula por el ciclo circadiano y a hacia las 6:00 de la tarde ya se empieza a “apagar” el sistema. Por eso, si se cena tarde en la noche esa digestión no se va a hacer de manera adecuada porque todo el sistema digestivo. Ante esto, la especialista deja las siguientes recomendaciones para evitar malestares en el bienestar:
- Evitar comer cenas copiosas con grasas saturadas o carbohidratos
- Comer solo un pequeño refrigerio nocturno antes de las 7:00 u 8:00 pm, rico en nutrientes, como una crema, caldo de huesos o un yogurt sin azúcar
- Tomar una infusión de manzanilla o tilo para favorecer la digestión
- Después de cenar, esperar una hora y media para ir a dormir
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