Ha terminado la semana santa. Mientras algunas personas buscan otro destino para disfrutar de su tiempo libre, otras están listas para retomar sus actividades cotidianas. Así como la rutina diaria regresa, también algunos hábitos alimenticios, como el consumo de carne de pollo. Ante ello no sólo queda la duda sobre cómo consumirlo también si se debe lavar o no. ¿Cuál es la respuesta correcta? Continúa leyendo esta nota para conocerlo.
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Sea en mole, caldo de pollo, con verduras o ensalada, existen diversas maneras de cocinar el pollo. Cada una de estas alternativas nos otorgar una diversidad de olores, sabores, colores y sensaciones. Para disfrutar este alimento, es necesario hacerlo con las recomendaciones adecuadas para cuidar nuestra salud. ¿Cómo hacerlo? Aquí te lo decimos.
De acuerdo con AviNews, México es el sexto productor de carne de pollo a nivel mundial y satisface cerca del 80% del consumo interno de este producto. En los últimos diez años, la producción de carne de pollo de este país ha crecido más del 30%. Para el cierre de 2023, se estima la producción de carne de pollo será 1% superior a 2022.
¿Qué pasa si no lavo bien el pollo?
Según Comer carne, el pollo en México es consumido en una variedad de platillos. Lo encontramos entero, en piezas, horneado, guisado o asado, acompañado de verduras, con hierbas, salsas y moles, entre otros. Por la versatilidad y delicia del pollo, existen diversas razones por las cuales está entre los platillos preferidos de las personas. Entre sus beneficios destacan:
- Fuente importante de nutrientes, como proteínas, lípidos, vitamina 3 y minerales (calcio, hierro, zinc, sodio, potasio, magnesio, entre otros)
- Al quitar la piel de la carne de pollo, se reduce la carne de pollo y hace que sea de fácil digestión
- Al tener un sabor neutro, puede tomar cualquier sabor o especie en la cocina
- Es una de las proteínas cárnicas de menor costo en el mercado
MejorconSalud menciona que el pollo puede estar contaminado con bacterias, por ejemplo, la campylobacter, la salmonella o la clostridium perfringes. Debido a esto, algunas personas consideran que es necesario lavarlo antes de iniciar su cocción. Aunque por mucho tiempo se ha advertido los riesgos de esta práctica, algunas personas lo continúan implementando mediante poner el pollo bajo el grifo, incrementando el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.
El portal añade que en lugar de remover los microbios, estos pueden esparcirse hacia otras superficies de la cocina, como las encimeras, el fregadero y las manijas. La consecuencia es un aumento del riesgo de contaminación cruzada e intoxicaciones alimentarias. Bajo esto, las personas pueden contagiarse de salmonella al tener diarrea, fiebre, dolor abdominal, náuseas y vómitos. En lugar de ello, las recomendaciones para el pollo son:
- Almacenar y descongelar el pollo de forma adecuada
- Lavarse bien las manos antes, durante y después de la manipulación del pollo
- Asegurarse de la limpieza de las superficies y utensilios
- Utilizar utensilios exclusivamente para el pollo crudo
- Asegurarse de la cocción óptima del pollo
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