La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualiza sus recomendaciones alimentarias para reducir el riesgo de aumento de peso no saludable y de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación, por ejemplo, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Ahora la OMS aconseja a personas adultas consumir al menos 400 gramos de verduras y frutas, así como 25 gramos de fibra alimentaria natural al día, informa Infosalus.
Para el caso de niñas y niños el consumo de verduras y frutas dependerá de su edad. Entre 2 a 5 años es al menos de 250 gramos al día de, entre 6 a 9 años de 350 gramos al día y entre 10 años o más de 400 gramos al día. En el caso de la fibra alimentaria natural para niñas y niños entre 2 a 5 años es al menos 15 gramos al día, entre 6 a 9 años es 21 gramos al día y entre 10 años o más es 25 gramos al día.
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Dichas recomendaciones están basadas en evidencia científica actualizada. En 2020, Noticias ONU reportó que 3100 millones de persona no pudieron permitirse una alimentación saludable, representando 112 millones de personas más a comparación de 2019. De los 112 millones de personas, 78 se encontraban en Asia, 25 en África, 8 en América Latina y el Caribe y América del Norte y 1 millón en Europa.
“Acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas, incluida la desnutrición, las carencias de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad es algo más que conseguir alimentos suficientes para sobrevivir: lo que la gente come también debe ser nutritivo. Sin embargo, un obstáculo clave es el elevado coste de los alimentos nutritivos y la escasa asequibilidad de dietas saludables para un gran número de personas en todo el mundo”, mencionó David Laborde, quien fue director de la División de Economía Agroalimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
¿Qué es tener una alimentación saludable?
Una alimentación saludable, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, es un plan de alimentación que ayuda a controlar su peso incluye una variedad de alimentos saludables. Para llevarlo a cabo, debe agregarse una variedad de colores al plato como si se estuviera comiendo un arcoíris, por ejemplo, verduras de hoja verde oscura, naranjas, tomates, hierbas frescas, entre otros alimentos llenos de vitaminas, fibras y minerales.
Hablemos de salud detalla que una alimentación saludable ayuda a cubrir las necesidades nutricionales que el cuerpo requiere para funcionar adecuadamente. Al igual una alimentación saludable permite tener un buen estado de salud, así como sanar o realizar procesos de recuperación, combatir enfermedades e infecciones y evitar enfermedades degenerativas causadas por la obesidad. Sin embargo, debe considerarse edad, actividades que realizamos, estado de salud, cultura, costumbres y recursos económicos.
La Organización Mundial de Salud recomienda para tener una alimentación saludable consumir alimentos variados, reducir el consumo de sal a 5 gramos diarios, consumir cantidades moderadas de grasas y aceites, limitar el consumo de azúcar, mantener una buena hidratación bebiendo suficiente agua, evitar un consumo peligroso y nocivo del alcohol, así como practicar la lactancia materna.
¿Qué otras recomendaciones deja la OMS para una alimentación saludable?
Otras recomendaciones que ahora lanza la OMS en esta nueva actualización también van respecto al consumo de grasas alimentarias. Según el organismo sanitario internacional, son necesarios para la buena salud, sin embargo debe limitarse su ingesta total al 30% o menos de la ingesta total de energía para personas adultas. Mientras que para niñas y niños a partir de los 2 años de edad se recomienda mantener el 10% de la ingesta enérgica total y no más del 1% de la ingesta enérgica total de ácidos grasos trans. En el caso de los carbohidratos debe de proceder de cereales integrales, verduras, frutas y legumbres.
A pesar de ello, la Organización Mundial de la Salud destaca que los ácidos grasos saturados trans pueden sustituirse por otros nutientes, como ácidos grasos poliinsaturados, ácidos grasos monoinsaturados de origen vegetal o hidratos de carbono procedentes de fiebre dietética natural, como cereales integrales, verduras, frutas y legumbres. Al igual en alimentos lácteos, manteca de cerdo, aceite de palma, aceite de coco, alimentos horneados y fritos, aperitivos preenvasados, alimentos cárnicos y lácteos procedentes de rumiantes.
(Con información de Infosalus, Noticias ONU, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Hablemos de salud, Organización Mundial de Salud)