Descongelar el pavo es uno de los pasos indispensables para la cena de Navidad o Año Nuevo y aunque parece que es algo simple, debemos tener mucho cuidado de hacerlo correctamente para no poner en riesgo nuestra salud. Toma nota de 3 trucos para descongelar el pavo de manera segura y rápida.
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Existen muchas recetas deliciosas para preparar el pavo en estas fiestas, pero antes de poner manos a la obra debes asegurarte de descongelarlo correctamente para que se cocine bien y quede jugoso.
El pavo, al ser una carne blanca es más susceptible a desarrollar bacterias, por lo que no podemos usar cualquier método para descongelarlo, debemos tener muchas precauciones para evitar una contaminación de la carne que dañe nuestra salud.
Se cree que una de las mejores formas de descongelar el pavo es remojando la carne en agua caliente, pero eso es un grave error, ya que la temperatura cálida favorece la proliferación de bacterias peligrosas. Tampoco debes sacarlo del congelador a temperatura ambiente, pues ello altera sus valores nutritivos, sabor y color, además de que aumenta el riesgo de contaminación.
¿Cómo descongelar el pavo de manera segura?
Existen al menos 3 formas de descongelar el pavo de manera segura para lucirte en la cena de Navidad o Año Nuevo, las cuales puedes llevar a cabo de la siguiente manera:
- En el refrigerador
Debes comenzar a descongelar el pavo al menos 2 días antes de la preparación y para ello, lo ideal es pasarlo del congelador al refrigerador, ya que así se mantiene una temperatura constante y la humedad, lo que impide que ocurra una contaminación por bacterias peligrosas.
Procura colocar el pavo en la repisa más baja del refrigerador ya que es más frío. Además, coloca un plato debajo para evitar escurrimientos que puedan contaminar el resto de alimentos.
Recuerda que una vez que el pavo esté descongelado no debes volver a congelarlo, hay que cocinar toda la carne y guardar el resto ya preparado.
- En agua fría
Si te ganaron las prisas y tienes poco tiempo para descongelar el pavo, este truco es ideal para ti. De acuerdo con un análisis de la Universidad de Illinois, el agua fría es un método seguro para descongelar la carne.
Solo debes sumergir el pavo sin quitar su envoltura en un recipiente grande y profundo con agua fría. Asegúrate de que toda la carne queda sumergida y cambia cada 30 minutos el agua para mantenerla fría y que el pavo se descongele más rápido.
Como lo dijimos al inicio, nunca usas agua caliente, aunque parece que el proceso es más rápido, en realidad estás generando las condiciones adecuadas para que la carne se contamine.
- En el microondas
En caso de que no te quede más remedio que descongelar el pavo en el microondas, asegúrate de hacerlo correctamente. Para ello, la recomendación es comprobar que el aparato es lo suficientemente grande para meter el pavo y que tiene la función de descongelar. También puedes hacerlo directamente en el horno.
Quita la envoltura del pavo y colócalo en una bandeja que se pueda meter al microondas. Activa el botón de descongelar y programa el tiempo, que es de aproximadamente 3 minutos por cada kilo de carne de pavo.
Una vez descongelada la carne, cocina de inmediato, ya que la descongelación rápida es un factor de riesgo para que las bacterias comiencen a reproducirse.
Ten en cuenta que el pavo descongelado no se puede volver a congelar, por lo que debes cocinar todo antes de intentar volver a guardarlo en el congelador, pues solo al cocinarlo a altas temperaturas destruimos las bacterias.
¿Qué tan saludable es comer pavo en Navidad o Año Nuevo?
La Asociación Americana del Corazón menciona que el pavo es una opción muy saludable para disfrutar en estas fiestas, ya que es fuente de proteínas, vitaminas y minerales, al mismo tiempo que es bajo en grasas.
Aporta nutrientes como vitaminas del complejo B, niacina, B6 y B12, así como minerales como el magnesio y el fósforo, hierro, potasio y zinc.
Lo mejor es consumir la carne de pavo sin piel, ya que se estima que la cantidad de grasa por porción se reduce significativamente. También debemos ser cuidadosos en la preparación para no estropear sus beneficios.
“Hay que utilizar grasas saludables, como el aceite de cacahuate o de canola y no dejar que el pavo se empape en el aceite o mantequilla después de cocinarlo”, recomienda Catherine M. Champagne, profesora de epidemiología nutricional y evaluación dietética y consejería nutricional del Centro de Investigación Biomédica Pennington de la Universidad Estatal de Louisiana.
“El consumo habitual de alimentos fritos o con mucha grasa se relaciona con problemas cardiovasculares”, agrega la experta.
Tampoco debemos sazonar con aderezos ricos en sodio, ya que un alto nivel de sodio en las comidas contribuye a la hipertensión arterial y al riesgo de accidente cerebrovscular.
Finalmente, la experta recomienda controlar las porciones, comer la carne de pavo sin piel y acompañar con otros alimentos saludables, como verduras al vapor o una ensalada fresca.
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