Cuando llega la temporada de fiestas decembrinas, el pavo ocupa un lugar central en nuestras mesas. Si vives con diabetes, sin embargo, puede que te preguntes cómo afectan este y otros alimentos a tus niveles de glucosa. ¿Es realmente una opción saludable?
Foto: Canva
Los efectos del pavo en el organismo de una persona con diabetes pueden ser beneficiosos, pero hay ciertas precauciones a tomar para poder disfrutarlo sin preocupaciones.
Te podría interesar
Nutritivo y no eleva significativamente tus niveles de glucosa
De acuerdo con Catherine M. Champagne, profesora de epidemiología nutricional y evaluación dietética y consejería nutricional del Centro de Investigación Biomédica Pennington de la Universidad Estatal de Louisiana en Baton Rouge, el pavo “es una gran fuente de proteínas, rico en muchas vitaminas y minerales y bajo en grasas, siempre y cuando no se consuma la piel”. También es rico en vitaminas del complejo B, niacina, B6, B12 y en colina.
El pavo es rico en estos nutrientes:
- Vitaminas del complejo B
- Niacina
- Vitaminas B6 y B12
- Colina
- Magnesio
- Fósforo
- Hierro
- Potasio
- Zinc
- Selenio
¿Puedo comer pavo si tengo diabetes?
El pavo es un buen alimento para personas con diabetes, pues tiene bajo índice glucémico. Es carne magra, lo que significa que tiene pocas grasas saturadas y no eleva significativamente los niveles de glucosa en sangre. También tiene muchas proteínas de alta calidad, que ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y ralentizan la absorción de carbohidratos.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó en un comunicado que el pavo puede recomendarse en personas que deseen bajar o mantener su peso, además de quienes tienen altos niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, con tensión arterial alta, que hayan tenido un infarto o estén en riesgo de sufrir uno, además de quienes tengan problemas de insuficiencia renal o alteración en sus niveles de glucosa.
Foto: Canva
La forma más saludable de preparar el pavo
Sin embargo, como señala Rocío Guadalupe Espinosa Castro, coordinadora nacional de Nutrición, sí hay una forma correcta de preparar el pavo y es sin piel. “Ahí es donde se encuentra gran contenido de colesterol, no debe ser preparado con mucha mantequilla o aceite porque esa grasa adicional es dañina para la salud”.
Ademas se recomienda prepararlo al horno o cocido en distintos tipos de salsa o caldillo, o en picantes como pasilla o morita, siempre y cuando no sean productos industrializados que tienen mayor cantidad de sodio.
La nutrióloga del IMSS recomienda elegir pavo natural en lugar de pavo ahumado. Este último tiene altas cantidades de nitritos y nitratos que pueden favorecer el desarrollo de cáncer.
Champagne también destaca que la preparación es importante. La carne oscura tiene más grasa y calorías, pero esa distinción no es tan importante como el elemento clave: la piel. “Si se consume un ave frita con todo y piel, evidentemente aportará muchas más calorías”. También recomienda freír el pavo adecuadamente y usar grasas saludables para cocinarlo, como aceite de cacahuate o canola.
Para enterarte de toda la información que necesitas sobre salud y bienestar síguenos en Facebook y TikTok.