PSICOLOGÍA

5 actitudes que evitan las personas felices, según la psicología

La felicidad no es solo lo que se practica, sino también lo que se decide dejar atrás

Conoce las actitudes que evitan las personas felices, según la psicología
Conoce las actitudes que evitan las personas felices, según la psicologíaCréditos: (Canva)
Escrito en MENTE SANA el

La felicidad es un estado emocional que se trabaja y se puede lograr evitando ciertas actitudes que es importante que conozcas, según la psicología.

La búsqueda de la felicidad suele centrarse en aquello que debemos hacer: practicar la gratitud, cultivar relaciones, encontrar un propósito. Sin embargo, un aspecto igual de crucial, y a menudo pasado por alto, es todo aquello que debemos dejar de hacer. 

La psicología sugiere que el bienestar duradero no solo se construye mediante acciones positivas, sino también mediante la eliminación consciente de actitudes y patrones mentales que nos roban energía, paz y alegría.

Las actitudes que evitan las personas felices, según la psicología

Las personas que reportan mayores niveles de satisfacción vital no están exentas de problemas o emociones negativas. La diferencia radica en que han desarrollado la habilidad de identificar y renunciar a ciertos comportamientos tóxicos que amplifican el malestar. 

Su felicidad no es una ausencia de dificultades, sino el resultado de una elección activa de no enredarse en dinámicas que minan su equilibrio mental y emocional.

  • La comparación social tóxica

Las personas felices evitan constantemente medir su valor, sus logros o sus posesiones contra los de los demás. Entienden que la comparación, especialmente en la era de las redes sociales donde solo se ven los mejores momentos de las vidas ajenas, es un camino directo hacia la inseguridad, la envidia y la insatisfacción crónica. En lugar de fijarse en lo que otros tienen o han alcanzado, centran su energía en su propio progreso personal, celebrando sus metas según sus propios términos y valores, no según un estándar externo y a menudo ilusorio.

  • Hacerse la víctima 

Las personas con alto bienestar evitan caer en este rol. Esto no significa que ignoren las injusticias o no reconozcan cuando han sido tratadas mal, sino que se niegan a entregar las riendas de su vida a las circunstancias o a otros. Asumen la responsabilidad de sus respuestas y acciones, enfocándose en lo que sí pueden controlar: su actitud, su esfuerzo y su manera de interpretar los eventos

Una actitud victimista, donde la persona se percibe a sí misma como el blanco constante de la mala suerte o las malas acciones de los demás, es enormemente paralizante. (Foto: Canva)
  • La búsqueda obsesiva de la perfección

El perfeccionismo, lejos de ser una virtud, en ocasiones es una fuente de ansiedad, procrastinación y autocrítica destructiva. Las personas felices han aprendido a distinguir entre la excelencia (hacer las cosas lo mejor posible) y la perfección (la demanda imposible de que algo sea impecable). 

Evitan el pensamiento de "todo o nada" que los lleva a abandonar proyectos por miedo a no hacerlos perfectos. En su lugar, abrazan el concepto de "suficientemente bueno" y ven los errores como oportunidades naturales de aprendizaje, no como fracasos personales que definen su valía. Esta flexibilidad mental les permite tomar más riesgos y disfrutar del proceso, no solo del resultado.

  • Aferrarse al resentimiento y la amargura

 Las personas felices comprenden instintivamente esta metáfora. Evitan permitir que el resentimiento por agravios pasados ocupe espacio rentable en su mente y corazón. Practican activamente el perdón, no como un acto para liberar al otro de su culpa, sino como una estrategia personal para liberarse ellos mismos de la carga emocional del enojo y la amargura. Eligen soltar el pasado para no permitir que defina negativamente su presente, entendiendo que la paz interior es un bien demasiado valioso como para sacrificarlo por guardar un rencor.

Guardar rencor es como tomar veneno esperando que le haga daño a otra persona. (Foto: Canva)
  • Vivir anclado en el pasado u obsesionado con el futuro

La ansiedad por lo que podría pasar mañana y la rumiación por lo que ya sucedió ayer son dos grandes obstáculos para la felicidad presente. Las personas que disfrutan de un mayor bienestar practican la conciencia plena o mindfulness de manera natural. 

Dirigen intencionadamente su atención al momento presente, al "aquí y ahora". Evitan quedarse atrapados en el lamento por oportunidades perdidas o en la preocupación excesiva por eventos futuros que escapan a su control. Esta capacidad de anclarse en el presente les permite saborear las pequeñas alegrías cotidianas, conectarse profundamente con los demás y responder a la vida con mayor calma y claridad.

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