COMEDOR COMPULSIVO

¿Cómo saber si soy comedor compulsivo?

Comer de manera abusiva está aparentemente aceptado en nuestra sociedad. Por lo que resulta más difícil aún discernir lo que es una conducta normal

Existe una conexión estrecha entre ser comedor compulsivo y las carencias afectivas.
Comedor compulsivo.Existe una conexión estrecha entre ser comedor compulsivo y las carencias afectivas. Créditos: Canva
Escrito en MENTE SANA el

Comer de manera abusiva está aparentemente aceptado en nuestra sociedad. Por lo que resulta más difícil aún discernir lo que es una conducta normal de lo que es una conducta problemática. Entonces, ¿cómo saber si soy comedor compulsivo?

¿Cómo saber si soy comedor compulsivo?

Según el Centro de Nutrición Julia Farré, la dificultad para identificar si soy o no un comedor compulsivo, radica en que he podido aprender dichos patrones de conducta de mi entorno más cercano. Por lo cual, no tengo ejemplos de lo que implica una relación saludable con la comida.

Sin embargo, algunas señales que dan respuesta a este comportamiento son:

  • El hambre aparece en forma de urgencia y debes saciarte en ese mismo instante.
  • Comes aún sin hambre y sintiéndote realmente lleno.
  • Cuando estás aburrido, cansado, solo… comes.
  • Ingieres cantidades exageradas de comida en un período determinado de tiempo.
  • Sensación de falta de control sobre la cantidad de comida y la forma en la que comes.
  • Tras el acto de comer, aparecen sentimientos de culpa, arrepentimiento, tristeza, vergüenza…
  • Buscas comer solo o a escondidas.
  • Falta de conciencia durante el acto de comer.
  • Intensa preocupación por el cuerpo, el peso y la imagen.
  • Comes más rápido que la mayoría de personas.
  • Estar a dieta, una y otra vez.
Existe una conexión estrecha entre ser comedor compulsivo y las carencias afectivas. Crédito: Canva.

Las causas de ser un comedor compulsivo, o del trastorno por atracón, no están del todo claras y varían según cada historia de vida. Sin embargo, diversos estudios coinciden en señalar factores comunes que inciden en su desarrollo. Entre ellos, destaca la mala gestión emocional: el estrés, la ira o el aburrimiento pueden detonar episodios de ingesta descontrolada como una forma de buscar alivio o calma ante el malestar.

También existe una conexión estrecha entre carencias afectivas, ansiedad, estados depresivos y este tipo de conducta alimentaria. En muchos casos, la comida se convierte en una vía para experimentar placer o recompensa, ya que ciertos alimentos estimulan neurotransmisores como la dopamina y las endorfinas.

La impulsividad, el abuso de sustancias y la carga genética (tener familiares con trastornos alimentarios) son otros elementos que pueden influir. Además, se ha observado una fuerte relación entre las dietas restrictivas y el inicio de los atracones. Muchas personas con este trastorno han seguido múltiples regímenes para adelgazar, lo que incrementa la ansiedad y la pérdida de control.

El perfeccionismo también puede desempeñar un rol importante: quienes lo padecen tienden a interpretar sus errores como fracasos, lo cual perpetúa el ciclo de restricción, atracón y culpa. Este bucle emocional y conductual afecta tanto la salud física como la autoestima.

Para romper esta conducta, es clave el acompañamiento de un equipo profesional de salud: un enfoque conjunto entre nutrición y psicología puede ofrecer herramientas reales, sin prohibiciones, para sanar la relación con la comida. ¿Y tú? ¿Has tenido atracones de comida o eres comedor compulsivo