A todos nos ha pasado que ya sea por cansancio o porque no dormimos bien una noche anterior, llega ese momento en que anhelamos tomar una siesta. Pero, ¿cuáles son los pros y los contras de dormirnos un ratito durante el día? Evalúa sus beneficios pero también sus desventajas.
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¿Necesitas tomar una siesta? Estos son los pros y los contras
Una siesta es un corto periodo de descanso o sueño durante el día. Y si aún estás evaluando si necesitas de ella, podrías considerar hacerlo en los siguientes casos:
- Cuando empieces a sentirte cansada/o o con sueño durante el día.
- Estás a punto de perder horas de sueño, por ejemplo, debido a un turno de trabajo largo.
- Deseas que las siestas planificadas formen parte de tu rutina diaria.
Según Mayo Clinic, los beneficios de tomar una siesta son varios, entre ellos:
- Relajación
- Menos cansancio
- Más atención
- Mejor estado de ánimo
- Mejora en el rendimiento, como mejor tiempo de reacción y memoria
Sin embargo, para sacar el mejor beneficio de este momento de descanso, debes considerar lo siguiente:
- Haz siestas cortas. Es ideal dormir una siesta de 20 a 30 minutos. Intenta no dormitar regularmente más de 30 minutos. Cuanto más tiempo duermas la siesta, más probable es que te sientas amodorrado después.
- Duerme la siesta a primera hora de la tarde. Dormir la siesta después de las 15:00 puede hacer que sea más difícil dormir profundamente por la noche. Los factores como la necesidad de dormir, los horarios de sueño, la edad y el consumo de medicamentos también pueden ser importantes para determinar la mejor hora del día para tomar la siesta.
- Crea un espacio de descanso. Duerme en un lugar tranquilo y oscuro, con una temperatura ambiente cómoda. Limita las distracciones, como la televisión, las computadoras, los teléfonos y otros dispositivos.
La siesta no es para todos
Algunas investigaciones relacionan las siestas de más de una hora al día con más riesgo para afecciones como hipertensión arterial, diabetes y enfermedades cardíacas. Además de que, a algunas personas les cuesta dormir durante el día o les cuesta hacerlo en lugares que no sean su propia cama. Lo que puede llevar a los siguientes problemas:
- Sensación de aturdimiento justo después de despertarse. Esto se conoce como inercia del sueño. Esa sensación de aturdimiento puede hacer que sea más difícil trabajar y sentirse alerta justo después de una siesta. Sin embargo, suele desaparecer a los 35 minutos.
- Problemas para dormir por la noche. Para la mayoría de las personas, las siestas cortas no afectan la calidad del sueño durante la noche. Pero si tienes problemas para conciliar o mantener el sueño por la noche, la siesta puede empeorarlos. Las siestas largas o frecuentes pueden interferir en el sueño nocturno.
Finalmente si sientes la necesidad de dormir la siesta más de lo habitual, es muy importante que hables con un/a médico. Sentir somnolencia o cansancio después de levantarse por la mañana, puede ser consecuencia de no dormir bien, debido a algún medicamento, trastorno del sueño u otra enfermedad.