Las hormonas se tratan de sustancias químicas naturales y producidas por nuestro cuerpo (aunque también las hay sintéticas), que tienen como función controlar algunas de las funciones de nuestro organismo, como aumentar el ritmo de nuestro corazón cuando estamos en situaciones de peligro (adrenalina).
Además de cambios físicos, las hormonas también tienen un impacto muy importante en nuestro estado de ánimo, nuestras emociones y, especialmente, en nuestro cerebro, incluso en aspectos como la memoria.
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Y es que según un nuevo estudio de investigadores japoneses, parece ser que existe una hormona que puede ayudar a la memoria de forma bastante eficiente, llegando a mejorarla y, quizás, siendo de utilidad para revertir algunos problemas con esta misma.
Los científicos indicaron que esta famosa hormona, conocida especialmente por su efecto en nuestro estado de ánimo y ser propia de los “enamorados”, a futuro podría ser de gran utilidad para tratar o enfrentar problemas como la demencia o el deterioro cognitivo.
La hormona del amor también ayuda a la memoria
La famosa hormona del amor, la oxitocina, podría ser de gran utilidad para la memoria a largo plazo, ya que activaría neuronas claves en el proceso de aprendizaje y memoria en partes concretas del cerebro, descubrieron científicos de la Universidad de Ciencias de Tokio, Japón.
Estos hallazgos, publicados en la revista PLOS One, se obtuvieron tras analizar cerebros de ratones en donde se activaron (con técnicas farmacogenéticas) algunas neuronas reactivas a la hormona oxitocina, y que se encontraban en diferentes zonas del hipotálamo, una estructura cerebral que participa en la memoria.
Al hacer evaluaciones, los investigadores se dieron cuenta de que cuando las neuronas reactivas a la oxitocina se activaban en el hipotálamo (especialmente en el núcleo supramamilar), la memoria a largo plazo de reconocimiento de objetos mejoraba de forma importante.
Según reportaron los investigadores, parece ser que esta mejora en la memoria a largo plazo, estaría mediada especialmente por una zona del hipotálamo conocida como núcleo hipotalámico paraventricular, que se encarga (entre otras cosas) de producir la hormona oxitocina.
Pero, ¿qué es la oxitocina?
La oxitocina es una de las hormonas más conocidas y populares, nombrada coloquialmente como hormona del amor o del abrazo, aunque como informa Cleveland Clinic, sus principales funciones están involucradas en el parto y la lactancia.
Harvard Health Publishing explica que esta hormona es producida en el hipotálamo y se libera al torrente sanguíneo (es decir, a la sangre) gracias a la glándula pituitaria; y puede considerarse una hormona (al llegar a los órganos) o un neurotransmisor (al involucrarse con las neuronas), añade Universidad Complutense.
Si bien las principales funciones de la oxitocina como hormona a nivel físico tienen que ver con las contracciones del útero en el parto y la estimulación de la lactancia posteriormente, sus funciones de neurotransmisor son mucho más amplias, influyendo en interacciones sociales y:
- La confianza.
- El vínculo madre-hijo.
- Reconocimiento.
- Apego romántico.
- Excitación sexual.
De forma reciente, eso sí, las investigaciones han encontrado que la oxitocina y sus efectos en el cerebro no se limitan solo a las emociones y vínculos humanos, sino que también tendría un papel importante en el aprendizaje y la memoria.
La oxitocina ayudaría como tratamiento de Alzheimer
El equipo de la Universidad de Ciencias de Tokio, concluyó que los nuevos resultados son positivos y abren la posibilidad de que, con más investigación a futuro, la oxitocina sea una de las claves para entender y tratar la enfermedad de Alzheimer, especialmente si se consideran previos resultados.
Y es que dos estudios previamente realizados por el equipo, también en ratones, logran demostrar que la oxitocina y derivados modificados, tendrían la capacidad de detener e incluso revertir el deterioro cognitivo causado por la proteína beta-amiloide, algo característico de la enfermedad de Alzheimer.
Por un lado, en 2022, hallaron que un derivado modificado de oxitocina, podía mejorar directamente la memoria; y en 2020, demostraron que esta hormona revertiría daños neuronales al aumentar la capacidad que tienen las neuronas de comunicarse entre sí, lo que significaba que devolvía y mejoraba la plasticidad sináptica.
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