CÁNCER INFANTIL

A Alexander le diagnosticaron gastritis nerviosa, pero era cáncer de cerebro

Tras varios diagnósticos erróneos que indicaban que el menor tenía gastritis nerviosa y otros padecimientos, su madre Brenda y Alexander llegaron al diagnóstico de meduloblastoma grado cuatro, también conocido cómo cáncer de cerebro; la mitad de su vida el menor ha luchado contra este padecimiento

Los tumores cerebrales no son como los tumores de otras partes del cuerpo.
Los tumores cerebrales no son como los tumores de otras partes del cuerpo. Créditos: Especial
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Brenda Roa Arellano, madre de  Alexander Mendez Roa, cuenta que vivían de manera tranquila en Texitlán, Puebla pero cuando Alexander tenía ocho años la vida de ambos cambio debido a un diagnósico de cáncer de cerebro. El pequeño empezó con vómitos matutinos y cefalea (dolores de cabeza) muy fuertes y se cansaba de caminar.

En el inicio de los síntomas de Alexander, un médico particular lo diagnosticó con gastritis nerviosa, pero sus síntomas seguían. Por más de tres meses visitaron a distintos médicos e incluso a su madre le llegaron a decir que tenía una alergia.

El principal síntoma de alerta fue que Alexander empezó a vomitar sangre y al visitar a un gastroenterólogo en Veracruz, con tan sólo verlo el especialista le mencinó a su madre que el padecimiento de Alexander no era gastrointestinal sino neuronal.

El gastroenterólogo le indicó al menor que realizara unos ejercicios de coordinación y su madre recuerda ese momento así:

“Mi hijo ya había perdido la coordinación y las venas de sus ojos estaban muy alteradas, su presión estaba muy alta, el doctor me dijo que era algo neuronal y tenía que ir con un nuerologo”.

Luego de saber que su padecimiento se relacionaba con alguna alteración neuronal Brenda viajó con Alexander a la Ciudad de México y sin saber el costo llegó al hospital de Médica Sur. Aquí lo atendieron múltiples especialistas y se dieron cuenta de que su enfermedad era un tumor maligno denominado meduloblastoma grado cuatro, también conocido como cáncer infantil de cerebro. 

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Un anticipo de 80 mil pesos hizo posible que Alexander recibiera atención privada, pero eso era solo el inicio del gasto, para poder pagar la cuenta amigos y familiares hicieron rifas, así cómo recaudación de recursos y solo así pudieron pagar el monto.

El cáncer de cerebro de Alexander se expandió 

Luego de que el tumor cancerígeno se extripara, Alexander y su madre acudieron al sector público, al Hospital Siglo XXI para seguir su tratamiento y quimioterapias, durante dos años todo trancurrió en calma pero en el año 2020 el menor recayó.

En el punto de más contagioso durante la pandemia por covid-19 a Alexander lo hospitalizaron en el Hospital Siglo XXI, su mamá cuenta que a los niños con cáncer les tocaba convivir en el mismo espacio con niños que tenían covid.

“Teníamos que esperar hasta cinco o seis días para que a Alexander lo atendieran, cuando recayó no había camas y tampoco médico, no tenían el cuidado de tener separados a los niños con cáncer y a los niños con covid”, menciona Brenda.

En junio del 2023 a Alexander le detectaron una metástasis en la médula, esto fue debido a una negligencia médica y así lo explica su mamá.

“Yo veía que Alexander perdía nuevamente el equilibrio y le costaba orinar, la doctora sólo nos recomendó darle Paracetamol pues ellos decían que tenía esas secuelas por todo el tratamiento que había tenido, no le estaban dando la atención adecuada durante tres meses en el sector público”, recuerda Brenda.

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Alexander requería una resonancia para ver el estado de su enfermedad, pero en el sector público no contaban con el aparato para realizarlo, hasta meses después. Cuando la  doctora que regularmente atiende a Alexander recibió a su madre le dijo que el cáncer de su hijo había avanzado mucho en su médula y que ya no había tratamiento para su caso y solo era cuestión de estar en cuidados paliativos.

“Fue descuido de los médicos, pues desde que inició el dolor de Alexander yo les indiqué y nunca nos dijeron que había avanzado su enfermedad”, denuncia Brenda.

“Necesitan actualizar todo el instrumental médico (en el Hospital Siglo XXI), como el resonador que sirve para detectar el cáncer en los niños, sino se retrasan los diagnósticos y eso afecta a los pacientes”, explica la mamá de Alexander.

El diagnóstico de Alexander ahora es reservado debido a la metástasis en la médula, un estudio arrojó que el tratamiento está funcionando pero se debe verificar si no hay tumoración en otros lados del cuerpo y si es candidato a un transplante. Actualmente, Alexander tiene 14 años. 

La sonrisa de Alexander hace que todo valga la pena

Brenda y Alexander han luchado juntos contra el cáncer de cerebro infantil, la joven madre tiene claridad respecto a que si bien está lucha implica un fuerte desgaste emocional, está convencida que una sonrisa de su hijo hace que todo valga la pena.

“Mi hijo ha vivido la mitad de su vida en hospitales,  A mí me da fortaleza cuando mi hijo me dice que todo va estar bien, cuando sonríe y me enseña lo fuerte que es, el tener cáncer te enseña a luchar día a día y a nunca quedarse sin cumplir los sueños”, concluye Brenda.

Panorama del cáncer de cerebro infantil

El Instituto Nacional de Salud de Estado Unidos menciona que: "los tumores cerebrales no son como los tumores de otras partes del cuerpo. Tienen poco espacio para crecer debido al cráneo. Esto significa que un tumor en crecimiento puede comprimir partes vitales del cerebro y traer serios problemas de salud”.

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Los tumores cerebrales ocupan el lugar 19 entre todas las neoplasias, y el décimo entre las más letales. A nivel mundial, cada año se diagnostican cerca de 300 mil nuevos casos, que corresponden al 2.5 por ciento de la mortalidad por cáncer, de acuerdo con el sitio estadístico globocan 2018.

En México existe poca investigación de la incidencia y prevalencia de los tumores cerebrales, pero se estima que la incidencia es de 3.5 por cada 100 mil habitantes y representa la segunda y quinta causa de mortalidad por cáncer en grupos de 0 a 18 años y de 18 a 29 años, respectivamente, según el INEGI.

Según el estudio Clinical prognostic factors in adults with astrocytoma. Historic cohort, realizado por investigadores de los institutos nacionales de Cancerología, Neurología y Neurocirugía, y de la Universidad de Guadalajara, 90 por ciento de 155 pacientes mexicanos con este tipo de cánceres tuvo una sobrevida menor a 15 meses, sólo nueve por ciento alcanzó dos años y el resto tres años.

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