¿Cómo influye el modo en que cuentas tu propia historia? La forma en que nos contamos lo que nos sucede afecta a los pensamientos y a los sentimientos. Y es que nuestra memoria no es precisa ni fiable, sino que está influenciada por nuestras creencias y emociones, esto quiera decir que creamos las memorias que construyen lo que creemos ser.
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¿Cómo influye el modo en que cuentas tu propia historia?
Diana Orero, una experta en programación neurolingüística, explica en el libro “Todo cuenta” que cuantas más veces nos relatemos nuestra historia poniendo atención a diferentes detalles o contándola desde perspectivas nuevas y encontrando algo valioso a lo que pasó, más posibilidades tenemos de que esa historia que nos contamos nos cure.
Para Enric Corbera, “la memoria no es un almacén preciso, fiable y certero. Todos los recuerdos son construidos y están influenciados por nuestras creencias y nuestras emociones”. Por ello dice que creamos las memorias que construyen lo que creemos ser.
Lo anterior quiere decir que nuestros recuerdos no son solo ventanas al pasado, sino también nuestra forma de concebirnos en este presente. “No somos el resultado de nuestra historia, sino de nuestra forma de guardarla y codificarla”.
Es por ello que, si aprendemos a modificar nuestra memoria conscientemente, podemos reescribir nuestro pasado y transformar nuestro presente. “La clave es comprender lo que vivimos para así, reinterpretar nuestros recuerdos”, afirma.
Bioneuroemoción
Enric expone esto desde la bioneuroemoción, un método humanista que acompaña a las personas a ampliar su conciencia a través de la comprensión de los patrones inconscientes de percepción y comportamiento que se expresan en sus conflictos con la finalidad de mejorar la salud emocional.
Él explica que tenemos el poder personal para cambiar nuestra propia narrativa: “No podremos cambiar los hechos, pero sí cómo los interpretamos. Si «viajamos» mentalmente al pasado nos reencontraremos con las emociones que habíamos experimentado y que quedaron enterradas en la memoria”.
Y sigue: “Al revivir la situación de dificultad que originó nuestro conflicto interno, podremos identificar la percepción y el posicionamiento que lo generó. Esto nos permite reinterpretar lo sucedido, transformar nuestras emociones y nuestras creencias y, en consecuencia, modificar su forma de manifestarse en la actualidad”.
“Para poder reescribir la historia hay que volver a vivir la situación con una emoción diferente, libre de culpa. Este cambio de percepción nos llevará a una mayor comprensión de uno mismo, de lo que nos sucedió y del papel que tuvieron los demás. Así podremos vivir un presente y un futuro distintos”. De tal forma que sí, influye el modo en que cuentas tu propia historia.
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