¿Realmente es bueno hacer propósitos de año nuevo? Con la llegada de un nuevo año es común que las personas se propongan metas como bajar de peso, dejar de fumar, inscribirse en el gimnasio o aprender un nuevo idioma. Los propósitos son una tradición arraigada, pero también son una herramienta motivacional que nos impulsa a reflexionar, cambiar y mejorar. Sin embargo, con el paso del tiempo tal vez has visto buenas intenciones inconclusas.
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Cómo lograr tus propósitos de año nuevo, según la psicología
Según un estudio del psicólogo John Norcross, de la Universidad de Scranton, escribir nuestros objetivos aumenta significativamente la probabilidad de cumplirlos. Esta costumbre, al igual que otros gestos simbólicos de Nochevieja como comer uvas o brindar, aporta un extra de energía para comenzar el nuevo ciclo. Y este ritual anual nos permite planificar cómo alcanzar nuestras metas a través de la constancia y la positividad.
De acuerdo con el blog de Linares Nevado Psicología, redactar una lista de objetivos puede ser un buen primer paso, sin embargo, no basta con escribirlos. Pues se requiere compromiso, constancia y estrategias claras. Lo cual se puede lograr a través de los siguientes puntos:
- Ser realista. Es importante plantearse metas alcanzables. Por ejemplo, si tu objetivo es formar una familia, pero no tienes pareja, un buen punto de partida sería abrirte a conocer gente y participar en actividades sociales.
- Priorizar. No intentes abordar demasiados objetivos a la vez. Enfócate en uno principal y avanza paso a paso. Dividir tus metas en pequeños logros facilitará el proceso.
- Diseñar una estrategia. Crea un plan detallado para cada meta. Por ejemplo, si deseas cambiar de trabajo, define cómo mejorarás tu currículum, qué habilidades necesitas y cómo contactarás a posibles empleadores.
- Visualizar y comunicar. Hablar de tus objetivos con otras personas y utilizar herramientas como tableros de visualización, te ayudará a mantenerte motivado y enfocado.
- Mantener la positividad. Es normal tropezar, pero los fracasos también son oportunidades de aprendizaje. Cultiva una mentalidad optimista y sigue adelante.
- Establecer objetivos trimestrales. Dividir tus metas en periodos más cortos hace que sean más manejables y te permite ajustar tu plan según sea necesario.
En resumen, y aunque cualquier momento del año es bueno para empezar a perseguir tus sueños, Nochevieja es una ocasión ideal para reflexionar sobre tus aspiraciones y propósitos de año nuevo.
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