¿No puedes dormir a menos que abraces una almohada? Esta postura para dormir no solo es muy cómoda, puede tener un significado psicológico que habla mucho sobre nosotros. Al descansar todos tenemos una postura favorita y poner atención a ello no solo evita que tengamos dolor o molestias musculares, también puede darnos algunas claves sobre nuestra personalidad.
Muchas personas tienen la costumbre de dormir abrazando a una almohada y aunque se cree que es algo sin importancia, tiene una explicación científica que te sorprenderá.
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Expertos en sueño han hecho profundas investigaciones sobre lo que pasa en nuestro cuerpo al dormir y uno de los hallazgos más sorprendentes es que la postura en que dormimos dice mucho sobre nuestros rasgos de personalidad.
No es lo mismo dormir siempre boca arriba que boca abajo, de lado o abrazando una almohada, cada una de las posturas tiene un significado específico. Por ejemplo, si solo puedes dormir boca arriba, probablemente seas alguien controlador, mientras que, si duermes en posición fetal, tal vez eres más sensible ¿Qué significa dormir abrazando una almohada? Te lo decimos.
Dormir abrazando una almohada ¿Cuál es su significado?
La doctora Kara Bagot, psiquiatra de la Sleep Fouendation en Estados Unidos, menciona que aunque no hay una investigación rigurosa sobre la relación entre el sueño y los rasgos de personalidad, cada vez más especialistas refieren que las diferentes posiciones para dormir corresponden a diferentes rasgos de personalidad, pero piden que estas afirmaciones se tomen a la ligera debido a la falta de datos duros.
De acuerdo con un artículo de El Confidencial, dormir abrazando una almohada no es tan simple como parece, puede esconder algunos detalles sobre nuestra forma de pensar y, sobre todo, de cómo nos relacionamos con los demás.
La psicología apunta que cuando preferimos dormir abrazando una almohada, inconscientemente buscamos la compañía y seguridad de alguien más porque somos personas que valoramos la intimidad, la cercanía y el afecto de las personas que queremos.
Por ello, cuando no puedes dormir a menos que estés abrazando una almohada, denota que tienes mucho apego emocional debido a que eres una persona muy cariñosa y que confías fácilmente en los demás.
Al abrazar una almohada por las noches, buscas recrear la sensación que te da el contacto físico, como la seguridad, la protección y la calidez. Es posible que busques dormir de esta manera sobre todo cuando estás pasando por momentos de estrés y ansiedad, ya que de esta forma lidias mejor con esas emociones y alejas los sentimientos de soledad que podrías experimentar.
Por otro lado, abrazar una almohada al dormir podría ser una forma de revivir comportamientos aprendidos desde la infancia, como la conexión con alguien que nos cuida, lo cual es fundamental en el desarrollo emocional y nos genera seguridad, apego emocional y protección.
Un artículo de La Nación destaca que estos rasgos de la personalidad pueden reflejarse no solo al abrazar una almohada, también cuando buscamos dormir abrazando un peluche, a la pareja o a una mascota.
¿Cuáles son las características de las personas que buscan dormir abrazando una almohada?
En general, las personas que suelen dormir abrazadas de una almohada, algún otro objeto o una persona, se definen como:
- Tienen un fuerte apego emocional
- Confían fácilmente en las personas y los demás los ven como alguien en quien se puede confiar también
- Siempre están dispuestos a ofrecer su apoyo a quien lo necesite
- Tienen un gran deseo de conexión emocional con quienes aprecian
- Suelen tener vínculos familiares y de amistad más fuertes que otras personas
- Protegen a sus seres queridos y están dispuestos a hacer sacrificios por aquellos que les importan
- Pueden tener dependencia emocional
- No les gusta la soledad
Como ves, dormir abrazando una almohada dice mucho sobre ti y lo mejor es que adoptes esta postura mientras estás acostado de lado. En entrevista con SuMédico, el doctor Carlos Suárez Ahedo, ortopedista y traumatólogo, señala que la mejor postura para dormir es de lado, ya sea del lado izquierdo o derecho, de preferencia con una almohada entre las rodillas para alinear la postura.
La peor postura que podemos tener para dormir es boca abajo, ya que se ejerce mucha presión sobre el cuello y favorece el dolor en esta zona que, además, puede extenderse hasta la espalda.
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