La demencia es un problema de salud pública relevante. Actualmente, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo. De ellas, 60% viven en países de ingreso mediano y bajo. Cada año, hay casi diez millones de casos nuevos, detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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Pese a que el informe de 2020 de la Comisión Lancet, hasta el 40% de los casos de demencia son atribuibles a factores de riesgo modificables, aún existen muchos problemas de salud pública que dificultan identificar los factores de riesgo modificables para el deterioro cognitivo.
Ahora, dos estudios diferentes, ambos publicados en JNHA, The journal of nutrition, health & aging, señalan puntos clave en torno al tamaño y fuerza muscular que podrían prevenir a los especialistas sobre el deterioro cognitivo, informa Infobae.
¿Qué dicen los estudios sobre el deterioro cognitivo y los músculos?
En ambos casos los científicos ponen el acento en la sarcopenia, una afección caracterizada por una pérdida progresiva y generalizada de masa y función muscular. Los estudios sugieren que esta afección puede afectar aproximadamente al 13% de los adultos de 65 años o más, aunque es más prevalente en personas de 75 años y adultos mayores institucionalizados.
La sarcopenia es la pérdida de la masa muscular que afecta la fuerza, habilidad funcional y vida diaria, detalla la Secretaría de Salud. Esta afección se asocia con un mayor riesgo de morbilidad, deterioro funcional y mortalidad. No obstante, recientemente se comprobó que los marcadores de sarcopenia, como la fuerza de agarre débil y la velocidad de marcha lenta, son predictores de la función cognitiva y la demencia.
La pérdida de masa y función muscular, como la debilidad y el deterioro de la movilidad también se asocia con niveles más altos de estrés inflamatorio y oxidativo, y problemas vasculares, mismos que están asociados con el deterioro cognitivo. La movilidad reducida debido a la sarcopenia puede debilitar los niveles de actividad física y la participación social, dos factores importantes para el deterioro cognitivo.
Principales conclusiones
Quedan varias lagunas y preguntassobre cómo la salud muscular afecta la salud cognitiva, por lo que se necesitan estudios futuros para dilucidar estas posibles relaciones
“Nuestros resultados indican que la sarcopenia predice de forma independiente los adultos mayores sin deterioro cognitivo en riesgo de sufrir demencia. Nuestros hallazgos resaltan la importancia de detectar no solo los déficits cognitivos sino también los musculares” informó Chia-Lin Li, especialista del Departamento de Gestión de la Atención Médica de la Facultad de Gestión perteneciente a la Universidad Chang Gung.
Por su parte, K. Uchida del Departamento de Ciencias de la Prevención y la Atención de la Universidad de Kobe, en Japón, afirmó que “la disminución de la masa magra y muscular se asocia con deterioros cognitivos más rápidos en los hombres”.
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