La sisifemia es considerado como un nuevo trastorno de salud relacionado con el ambiente laboral. Este ocurre cuando las personas tienen altos estándares de autoexigencia, perfeccionismo y ambición obsesiva.
Este concepto fue diseñado por José Manuel Vicente Pardo, director de la Cátedra de Medicina Evaluadora Pericial, de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), y se creó para describir una serie de enfermedades físicas y psicológicas que se vinculan con una relación de trabajo poco saludable, informa GQ.
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Este trastorno, de acuerdo con el experto, puede derivar de la dismorfia de la productividad, es decir, del sentimiento de frustración del trabajador de creer que no da lo suficiente de sí en el trabajo, obligándose a trabajar más y buscar la “perfección” que nunca llega.
“Conlleva la incapacidad de reconocer el propio éxito y de que se está haciendo lo máximo posible en los empleos. Las personas tienen la visión distorsionada de lo que hace y se siente frustrado por no estar haciendo lo suficiente’', detalla Pardo para El Financiero.
¿Qué consecuencias tiene la sisifemia?
La sisifemia provoca estrés que se deriva en afecciones a la salud como:
- Poca capacidad para controlar el estrés o disfrutar del descanso
- Cuadros de ansiedad, angustia y depresión
- Dolores físicos como dolor de cabeza, malestares estomacales, entre otros
- Insomnio y dificultad para descansar
- Gripes constantes y problemas gastrointestinales
- Ansiedad, mal humor y baja autorestima
El especialista Pardo señala que debido al actual ritmo de vida que llevamos, es complicado no permanecer una constante producción incansable, por lo que es difícil mantener una relación saludable entre el tiempo de descanso y el laboral. Además, la hiperconectividad no ayuda en nada, pues muchos trabajos necesitan que estemos conectados y disponibles en todo momento para resolver los problemas que se presentan.
¿Cómo afrontar la sisifemia?
Construir una relación saludable con el trabajo no es sencillo, sin embargo, algunas dinámicas y actividades pueden ayudarnos a tener un balance con el descanso. Por ejemplo:
- Hacer ejercicio con regularidad
- Establecer horarios de trabajo y concentrarse en descansar cuando estos se terminan
- Delegar labores
- Meditar para controlar los pensamientos obsesivos compulsivos que tenemos
- Hacer listas de pendientes y descansar de ellos una vez que termine el horario laboral
- Evitar el sobrepensar en lo que ya fue hecho y reducir la urgencia, dado que el horario laboral terminó
(Con información de GQ, El Financiero).