La depresión es un trastorno mental común. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que en todo el mundo el 5% de las personas adultas la padecen. No obstante, afecta más a mujeres que a hombres.
Se estima que cerca del 3.8% de la población experimenta depresión, incluyendo el 5% de los adultos (4%hombres y 6% mujeres) y el 5.7% de los adultos mayores de 60 años.
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Por su parte, la ansiedad es un problema igual de frecuente que la depresión del que nadie está exento. Cuídate Plus detalla que existe un factor hereditario que predispone a las personas a tener ansiedad, no obstante, para desarrollar un trastorno de ansiedad es necesario que influyan diversos factores ambientales, educacionales y socioeconómicos.
Lo anterior provoca que haya personas más propensas que otras a desarrollar tanto depresión como ansiedad.
¿Quiénes son más propensos a vivir ansiedad y depresión?
El trastorno depresivo o depresión, es un trastorno habitual común. Se trata de un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer e interés por actividades que antes se disfrutaban, por largos periodos de tiempo.
Aunque existen tratamientos conocidos y eficaces contra los trastornos mentales, más del 75% de las personas afectadas no reciben tratamiento, esto debido a múltiples factores como la falta de inversión en atención de la salud mental y de proveedores de un servicio de salud capacitados.
Algunos de los síntomas más frecuentes de la depresión son:
- Dificultades para concentrarse
- Tener un sentimiento de culpa excesiva o de baja autoestima
- Falta de esperanza acerca del futuro
- Pensamientos de muerte o suicidio
- Alteraciones del sueño
- Cambios en el apetito o en el peso
- Sensación de cansancio acusado o de falta de energía
La depresión puede afectar a cualquiera, no obstante, es más probable que una persona que haya vivido abusos, pérdidas graves u otros eventos estresantes la viva, señala la OMS. También la inactividad física produce depresión.
Por otro lado, la ansiedad es un estado emociona que presenta cambios somáticos (cuando una persona expresa tener un síntoma que en realidad no tiene) y psíquicos, señala al Secretaría de Salud. La ansiedad se considera patológica cuando se presenta de forma excesiva y su duración es prolongada. Esto genera disfuncionalidad en la persona que la vive.
Puede manifestarse a través de sensaciones como mareos, taquicardia, sudoración, palpitaciones, temblores o molestias digestivas. En los casos psíquicos, puede manifestarse como inquietud, miedo irracional, temor a perder la razón y el control.
Las personas más propensas a padecer depresión o ansiedad son las que cuentan con personalidades dependientes o evitativas; aquellas que tienen baja tolerancia a la frustración; personas que viven pensando casi exclusivamente en el futuro y lo anticipan de forma pesimista o catastrófica. Aunque estos no son los únicos factores, pues intervienen otros como la educación, el estado socioeconómico así como elementos ambientales.
¿Cómo prevenir y tratar la ansiedad y depresión?
Frente a cualquier situación de depresión o ansiedad que afecte la calidad de la persona que la vive, es necesario que acuda con un especialista que pueda orientarlo y darle un seguimiento seguro.
Además de esto, es necesario mencionar que enseñarles a los infantes a manejar los momentos de crisis, la frustración y de forma general sus emociones, es importante para que en un futuro sean personas capaces de identificar lo que les pasa y, de ser necesario, pedir ayuda.
(Con información de Cuídate Plus, OMS, SSA).