DEMENCIA

Detectar el riesgo de demencia podría lograrse con esta prueba

La prueba, que se trata de algo muy simple, podría ser útil para detectar de forma temprana las probabilidades de padecer demencia incluso años antes de que el problema o síntomas aparezcan

Los investigadores aseguraron que esta prueba sería útil para ayudar a realizar pruebas y acciones que podrían contribuir a retrasar el desarrollo de los padecimientos cognitivos, o para tratar adecuadamente los síntomas y mitigar problemas a futuro.
Los investigadores aseguraron que esta prueba sería útil para ayudar a realizar pruebas y acciones que podrían contribuir a retrasar el desarrollo de los padecimientos cognitivos, o para tratar adecuadamente los síntomas y mitigar problemas a futuro.
Escrito en MENTE SANA el

Recientemente, una investigación ha demostrado que detectar el riesgo de demencia podría lograrse con una simple prueba, que no requiere de gran esfuerzo o trabajo, y ayudaría a detectar a los adultos mayores con más riesgo de desarrollar el padecimiento, incluso antes de que se presenten síntomas iniciales.

Respecto a esta prueba, los investigadores aseguran que se trata de una prueba diferente al resto, debido a que podría ayudar a detectar problemas de memoria iniciales, los cuales podrían establecerse en etapas muy tempranas de problemas como el Alzheimer.

Los autores aseguran que esta prueba podría ayudar a las investigaciones para desarrollar nuevos tratamientos orientados a prevenir o ralentizar el deterioro mental en una persona, pero también sería útil para que se puedan tomar medidas que ayuden a volver más lento el desarrollo de la demencia, así como para manejar síntomas o planear el futuro.

Foto: Canva.

Riesgo de demencia podría detectarse con imágenes

Publicados en la revista Neurology, los resultados de un nuevo estudio han encontrado que una prueba o test podría ayudar a encontrar problemas de memoria, lo que a su vez sería de utilidad para detectar y pronosticar los riesgos de que una persona desarrolle problemas de demencia, incluso años antes de que se presenten síntomas.

Esta prueba, llamada SOMI (Stages of Objective Memory Impairment/ Etapas del Deterioro de la Memoria Objetiva), sigue un procedimiento muy sencillo, en el cual a los participantes (que están libres de demencia o sin problemas de memoria) se les muestran una serie de imágenes, que deben recordar y mencionar después.

Según los autores de la investigación, esta prueba, así como los problemas de memoria que podrían mostrarse durante el proceso, serían útiles para identificar a las personas con una función cognitiva normal, que están en un gran riesgo de tener una progresión clínica a la demencia.

Foto: Canva.

El riesgo dependería de la clasificación

El estudio contó con la participación de 969 participantes, con una edad promedio de 69 años de edad, que se consideraban como “cognitivamente normales” al inicio del estudio, a quienes se les realizó la aplicación de la prueba SOMI, mostrándoles imágenes con objetos que, además, se les solicitaba identificar para evaluar su memoria.

En caso de que tuvieran problemas para recordar el objeto o la imagen mostrada, a los participantes se les brindaba algún tipo de pista o señal que ayudara a que pudieran recordar con mayor facilidad.

Posteriormente, los investigadores se encargaban de evaluar las habilidades de memoria de los participantes, a quienes se les dividía en cuatro grupos diferentes, dependiendo de su desempeño durante su prueba, que además podrían relacionarse con un mayor o menor riesgo de demencia:

  • Grupo 0, donde hay nulos problemas de memoria en ese momento, y bajo riesgo de demencia a futuro.
  • Grupo 1 (deterioro de memoria leve) y grupo 2 (deterioro moderado), cuyo riesgo de demencia es casi el doble que en el grupo 0.
  • Grupo 3 y grupo 4, donde hay un deterioro significativo del almacenamiento de la memoria, y que podrían tener hasta tres veces más riesgo de desarrollar demencia que las personas en el grupo 0.
Foto: Canva.

Los dos grupos peor evaluados tendrían más riesgo a futuro

Los científicos encontraron que las personas que habían sido clasificadas en el grupo 3 y el grupo 4, incluso si no tenían síntomas específicos de demencia al momento de aplicar la prueba, eran quienes más riesgo tenían de desarrollar este padecimiento mental a futuro.

De todos los participantes en el estudio, 234 de los participantes desarrollaron algún tipo o grado de deterioro del pensamiento luego de 6 años; y tras hacer ajustes de otros factores que podrían tener participación en el desarrollo de demencia (sexo, edad, predisposición genética), los investigadores concluyeron que:

  • 7 de 10 pacientes en el grupo 3 o 4, tendrían deterioro en el pensamiento.
  • Así mismo, 6 de 10 pacientes en el grupo 2 también sufrirían problemas de deterioro conforme el avance del tiempo.

(Con información de: Neurology.)