En pleno siglo XXI, salir a caminar parece una tarea poco atractiva por la forma tan rápida en la que vivimos. No obstante, tomar un descanso de la vida diaria y salir a pasear puede traer más beneficios de los que pensabas, pues no solo despeja tu mente, también ayuda a mantener sano tu cerebro y tu organismo.
Un especialista detalla que andar por 20 o 30 min cada día por lugares conocidos tiene efectos positivos en la activación cardiovascular. Además, observar cosas nuevas permite que los hemisferios, tanto derecho como izquierdo, se comuniquen entre sí, ayudando a estimular la actividad cerebral.
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Pero no solo eso, pasan más cosas en el cerebro cuando paseamos por lugares desconocidos. El doctor Bruno Ribeiro, profesor del Departamento de Anatomía Humana y Psicobiología de la Universidad de Murcia para EL PAÍS, indica que caminar por lugares nuevos libera dopamina, el neurotransmisor más importante del Sistema Nervioso Central (SNC) que sirve para prestar atención y estar alertas.
Un buen aporte diario de dopamina eleva la serotonina, que es la responsable del estado de ánimo. “El paseo ayuda a mantener ambos neurotransmisores en niveles altos”, detalla el especialista.
¿Qué se sabe hasta hoy de los beneficios de pasear?
Diversos ensayos clínicos demuestraron que estar presentes en el “aquí y ahora” durante el paseo propicia la creatividad del caminante. Como se requiere un esfuerzo consciente para andar, la atención se libera, abre nuevas imágenes y asociaciones; la mente lo mezcla todo, aseguraron los profesores Marily Oppezzo y Daniel Schwartz de la Universidad de Stanford, en una serie de estudios en 2014.
También los lugares por donde paseamos importan, porque no es lo mismo pasear por la ciudad que por un bosque o por la playa. Un estudio de la Universidad de Carolina del Sur dirigido por el profesor Marc Berman, demostró que los estudiantes que paseaban por espacios verdes tenían mejor memoria respecto a los que andaban por zonas urbanas.
Esto último podría ayudar a las personas que olvidan cosas con frecuencia, pues mejoran su memoria con solo realizar un breve paseo de 20 a 30 min diarios. Según el profesor Rong Zhang, de Neurología en el Peter O’Donnell Jr. Brain Institute de UT Southwestern, en Dallas, Estados Unidos, para mejorar el flujo sanguíneo en el cerebro debemos aumentar el ritmo cardiáco durante el paseo, pues mejora la memoria y la función cognitiva.
Por si fuera poco, pasear también ayuda a romper los espirales obsesivos de pensamiento negativo. “La caminata interrumpe el ciclo y nos saca del bucle de pensamientos, ya sea porque el paisaje redirige nuestra atención o porque el ejercicio físico exige cierta concentración”, explicaron los autores del estudio que lo comprueba, publicado en la revista The Journal of Environmental Psychology, en 2020.
Caminar para tener una vida sana
Por otro lado, el paseo también tiene beneficios cardiovasculares y protección contra algunos tumores y enfermedades crónicas, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con personas que tienen un nivel suficiente de actividad física.
Para las personas que llevan años de vida sedentaria los beneficios a la salud empiezan a notarse con solo incrementar un poco la actividad física. Si no se puede andar 150 min a la semana, que es lo recomendado, caminar 50 min a la semana a buen paso empieza a tener resultados, pues siempre se gana paseando.
(Con información de El País, OMS, Revista Biomédica).