Acontecimientos estresantes perturban el sueño al inducir breves despertares y provocando una fragmentación del sueño. Esto significa que el estrés es capaz de activar células cerebrales que están fuera de tiempo e interrumpir el descanso. La reducción de la duración de los episodios de sueño son perjudiciales para el bienestar conductual y emocional. Así detalla un nuevo estudio publicado en la revista ‘Current Biology’, realizado por la Facultad de Medicina de Perelman de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos, reporta Infosalus.
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“Cuando se tienen una mala noche de sueño, se nota que la memoria no están buena como de costumbre o que las emociones están por todas partes, pero una mala noche de sueño interrumpe mucho otros procesos en todo el cuerpo. Esto se acentúa aún más en las personas con trastornos de sueño relacionados con el estrés”, menciona Shinjae Chung, principal autor del estudio.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a países como China y Estados Unidos. Entre las causas principales de estrés se encontró trabajo, finanzas personales, violencia, tráfico vehicular y problemas de pareja o familiares.
¿Qué hacer cuando no puedes dormir por estrés?
De acuerdo con la Organización Mundial de Salud, el estrés afecta tanto a la mente, como el cuerpo. Aunque es positivo vivir con estrés, cuando pasa a ser excesivo, tiene consecuencias físicas y psíquicas. Sin embargo, podemos aprender a lidiar con él para sentirnos menos abrumados y mejorar nuestro bienestar físico y mental. El estrés puede causar dolor de cabeza u otras partes del cuerpo, como malestar gástrico, dificultades para dormir o alteraciones al apetito. Cuando el estrés se cronifica, puede agravar problemas de salud y dar lugar a un aumento del consumo de tabaco, bebidas alcohólicas y otras sustancias.
Según Healthy-Heart, el estrés y el sueño están estrechamente relacionados. La falta de sueño puede causar fatiga, mal humor y somnolencia excesiva durante el día. Las personas con estrés son más propensas a sufrir trastornos de sueño, como insomnio y desorganización del sueño. La suma del estrés crónico y la fragmentación o falta de sueño, provoca un aumento de presión sanguínea y frecuencia cardíaca que podría relacionarse con enfermedades cardíacas.
El Instituto del Sueño explica que a lo largo de la vida, inevitablemente vamos a enfrentarnos a situaciones que nos produzcan ansiedad o estrés, cambios, enfermedades, problemas, crisis. El objetivo es ajustar esas emociones a la situación que las provocar y actuar para terminar cuanto antes con esa emoción. Si lo que genera estrés por empezar a tener problemas de sueño, es necesario abordar el problema.
¿Por qué el estrés afecta el sueño?
Para llegar a los resultados previamente detallados, las y los investigadores monitorizaron la actividad en el área preóptica del hipotálamo de ratones durante su sueño natural y descubrieron que las neuronas glutamatérgicas se activan rítmicamente durante el sueño sin movimientos oculares rápidos. También descubrieron que las neuronas eran más activas durante la vigilia y durante el sueño.
“Es crucial comprender la biología que impulsa la actividad cerebral en estas etapas cruciales de sueño y cómo estímulos, como el estrés, pueden alterarla. Esto para que algún día podamos desarrollar terapias que ayuden a las personas a tener un sueño más reparador que permita a su cerebro completar estos importantes procesos", destaca Shinjae Chung.
Para el equipo de investigación, poder reducir las interrupciones durante las etapas importantes del sueño de no movimientos oculares rápidos, suprimiendo la actividad, sería revolucionario para las personas que luchan contra el sueño interrumpido por trastornos de sueño.
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