El trastorno afectivo estacional (TAE) es un tipo de depresión relacionado con los cambios de estación. Este comienza y finaliza aproximadamente en la misma época de cada año. Por lo general los síntomas comienzan en otoño y continúan durante los meses de invierno.
Durante este tiempo, la gente que padece TAE tiene menos energía o se siente de mal humor. No obstante, expertos de Mayo Clinic señalan que los síntomas desaparecen durante los meses de primavera y verano.
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Se trata de un tipo de depresión que afecta aproximadamente entre el uno y 10% de la población. Solo se presenta con el cambio de estación sobre todo en la época fría y la llegada de los meses más oscuros en las latitudes del hemisferio norte, informa Efe Salud.
Además de esto existen casos, aunque menos frecuentes, que el trastorno afectivo estacional causa depresión en la época de primavera o en el comienzo del verano y desaparece en otoño o invierno. A continuación, te contamos más sobre este trastorno afectivo estacional y cuales son sus características.
La importancia de la luz solar
“Suele desaparecer con la llegada de los días más luminosos, pero eso implica que, si has empezado con una sintomatología TAE en el mes de noviembre o diciembre, hay un periodo de sufrimiento que es innecesario. Tiene mucho que ver además de que haya factores biológicos o genéticos, con la falta de iluminación”, explica el psicólogo clínico y neuropsicólogo José Antonio Portellano para EFE.
La luz solar tiene un rol importante en nuestro sistema nervioso pues nos ayuda a la producción de dos sustancias que están íntimamente relacionadas con la regulación del sueño y con el estado de ánimo: melatonina y la serotonina.
La disminución en la producción de serotonina, neurotransmisor que modula el estado de ánimo, favorece que haya más episodios de tristeza, melancolía e incapacidad para disfrutar de las cosas que antes disfrutábamos sin mayor inconveniente.
Por el contrario, en esta temporada aumenta la producción de melatonina, hormona encargada de facilitar el sueño, debido a que hay más horas de oscuridad en otoño e invierno, que en primavera o verano.
De ahí que una persona con el trastorno afectivo estacional se sienta más adormilada, lenta, con peores reflejos mentales, que desencadenan más lentitud en la realización de sus tareas cotidianas.
Además de esto, este trastorno afecta más a las mujeres que a los hombres y es más prevalente entre las personas jóvenes entre los 20 y 35 años.
¿Existe un remedio para el TAE?
De acuerdo con la National Institute of Mental Health de Estados Unidos, hay tratamientos disponibles que pueden ayudar a muchas personas con trastorno afectivo estacional. Estas se dividen en cuatro categorías principales y pueden usarse de forma individual o combinarse:
- fototerapia (terapia con luz)
- psicoterapia
- medicamentos antidepresivos
- vitamina D
No obstante, es necesario acudir con un profesional de la salud para que recomiende el tratamiento adecuado una vez haya hecho un diagnóstico.