El trauma psicológico es una respuesta a un evento que una persona encuentra altamente estresante y que en ocasiones son difíciles de superar por lo que hoy te mostramos algunas señales que pueden indicar que tienes un trauma sin superar.
Hay eventos que te dejan marcado para toda la vida y que no son fáciles de superar y aunque con el paso de los años estos pueden ir disminuyendo, siguen estando presentes en las mentes de las personas.
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5 señales que indican que tienes un trauma sin superar
Un estudio global encontró que más del 70% de las personas declaró haber sufrido un suceso traumático a lo largo de su vida y no todas las personas afrontan el trauma de la misma manera, algunas son bastantes resistentes al dolor, mientras que se ha descubierto que algunas otras son más vulnerables.
Estas son algunas señales que indican que tienes un trauma sin superar:
1. Sufres de ataques de pánico
Los ataques de pánico suelen ocurrir a menudo a las personas que sufren trastorno de estrés postraumático, pero la mayoría de las personas no saben que están teniendo un ataque de pánico.
Los ataques de pánico se pueden manifestar de las siguientes maneras: sensación de ahogo, mareos, sudores fríos, temblores, palpitaciones, sensación de pérdida de control y pensamientos de muerte inmediata.
2. Problemas para dormir
Las pesadillas son mecanismos que utiliza el cerebro para intentar procesar el trauma. Sin embargo, una pesadilla, la persona que la sufre revive el suceso doloroso, lo que genera aún más agotamiento físico y mental.
Las personas que con frecuencia experimentan trauma suelen padecer problemas para dormir, por lo que se recomienda hacer ejercicios de respiración que ayuden a dormir mejor.
3. Comportamientos evitativos
Evitar es otro mecanismo promovido por el miedo y la ansiedad, es una condición que impide tener una buena calidad de vida a quien la padece, que opta por evitar y no afrontar cualquier circunstancia que le provoque estados estresantes o de inseguridades.
4. Enfermedades psicosomáticas
Las enfermedades psicosomáticas son síntomas físicos directamente relacionados con un origen psicológico específico. Por ejemplo, un trauma puede esconderse detrás de problemas como alergias, migrañas, insomnio, dolor torácico, fatiga persistente, trastornos digestivos, dolores musculoesqueléticos, hipertensión arterial, problemas cardíacos, entre otros.
5. Depresiones que vienen y van
El sufrir un trauma infantil aumenta el riesgo de desarrollar un trastorno depresivo en la edad adulta. Se trata de estados de agotamiento emocional que aparecen y desaparecen, delineando un trastorno depresivo persistente llamado distimia, una forma de depresión leve, pero de larga duración.
(Con información de: GQ y Psicología y Mente)