VEJEZ

3 cambios en los músculos que no son normales en la vejez

Debemos estar atentos a cambios en los músculos que no son normales en la vejez y que alertan condiciones de salud importantes

El envejecimiento trae consigo una disminución muscular, pero debe ser progresiva.
El envejecimiento trae consigo una disminución muscular, pero debe ser progresiva. Créditos: Canva
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Con la edad, es común que notemos una pérdida de masa muscular que afecta la fuerza y habilidad funcional. Sin embargo, expertos alertan que debemos estar atentos a 3 cambios en los músculos que no son normales en la vejez y que podrían alertar problemas de salud. 

La Secretaría de Salud señala que a partir de los 30 años empezamos a perder un 3 y 8% de masa muscular por cada década de vida, especialmente si no hacemos actividad física. Con el tiempo, esta disminución es más notoria, provocando que al llegar a la tercera edad exista un mayor riesgo de caídas y problemas de movimiento.

A este proceso de pérdida de masa muscular se le conoce como sarcopenia y aunque es inevitable, los ejercicios de fuerza son indispensables para retrasar el progreso y mantener la salud muscular que es importante para el metabolismo, la salud ósea y el equilibrio. 

Además, debemos estar atentos a cambios en los músculos que no son normales en el envejecimiento y que debemos atender cuanto antes.

Cambios en los músculos que no son normales en la vejez   

El Instituto Nacional de Geriatría en su boletín número 12 señala que hay al menos 3 cambios en los músculos que no son normales en la tercera edad

  • Disminución muy rápida y notoria de la masa muscular 

Los expertos advierten que una pérdida repentina y significativa de los músculos sin razón aparente puede indicar condiciones médicas serias no diagnosticadas, como enfermedades metabólicas, trastornos musculares o desnutrición.

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  • Dolor muscular persistente 

Tener un dolor muscular crónico, que no se quita con ningún analgésico y que no se relaciona con haber realizado actividad física es una señal de alarma, ya que podría indicar afecciones como miositis, que es una enfermedad crónica caracterizada por inflamación muscular y debilidad, según el Sistema de Salud de la Universidad de Miami.

También podría alertar polimialgia reumática, un trastorno inflamatorio que Mayo Clinic reporta que provoca dolor y rigidez en los músculos, especialmente en los hombros y las caderas. Los síntomas comienzan de manera rápida y suelen ser más intensos en las mañanas. Es común en personas de 65 años o más.

  • Debilidad muscular grave 

Otro cambio que no es normal en el envejecimiento es una debilidad muscular grave y progresiva que afecte la capacidad de hacer nuestras actividades diarias. Este síntoma podría indicar trastornos neuromusculares como miastenia gravis, una enfermedad que causa debilitamiento en los músculos que podemos controlar, como los de ojos, la cara o la boca, indica la MedlinePlus.

Este síntoma también podría alertar esclerosis lateral amiotrófica que Stanford Medicine describe como una trastorno neurológico terminal caracterizado por una degeneración progresiva de las células nerviosas en la médula espinal y el cerebro.

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Otras causas podrían ser hipotiroidismo, enfermedad cerebrovascular o alteraciones de electrolitos. Lo mejor es que acudas al médico en cuanto se presente la molestia para un diagnóstico adecuado.

¿Qué es lo normal en los músculos durante la vejez?

Los cambios normales de la musculatura en la tercera edad incluyen disminución del volumen muscular que ocurre de forma gradual, disminución de la fuerza muscular que afecta actividades físicas cotidianas como levantar objetos o subir escaleras y cambios en la composición corporal, es decir, tener un aumento de grasa corporal y menos tejido de músculo y hueso. 

Estos cambios son comunes en el envejecimiento pero no significa que sean una condena, es posible retrasarlos o reducir su impacto haciendo ejercicio regular, principalmente ejercicios de fuerza y resistencia.

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Recuerda que puedes hacer estos ejercicios en casa o en el gimnasio ya que hay muchas opciones con poco o ningún equipo, como las lagartijas, flexiones de brazos, planchas, estocadas, sentadillas, ejercicios con barras o mancuernas, pesas rusas, máquinas de pesas, ligas de resistencia o incluso un par de botellas de agua. 

(Con información de Instituto Nacional de Geriatría, Mayo Clinic, MedlinePlus, Stanford Medicine, Secretaría de Salud)