La Clínica Mayo explica que la esclerosis lateral amiotrófica, llamada ELA, es una enfermedad del sistema nervioso que afecta las neuronas del cerebro y la médula espinal y hoy te diremos qué hábito puede prevenir la probabilidad de padecer la enfermedad en hombres.
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La ELA hace que las personas pierdan el control muscular y es crónica, es decir, empeora con el tiempo y no hay tratamiento efectivo para erradicar la enfermedad.
¿Qué hábito puede prevenir la probabilidad de padecer ELA en hombres?
Una investigación encontró que mantenerse en forma y hacer niveles moderados de ejercicio podría reducir las probabilidades de ELA en una etapa posterior de la vida. Estos resultados no encontraron un vínculo similar entre la actividad física y el riesgo de prevenir la enfermedad en mujeres.
“Ha habido hallazgos contradictorios sobre los niveles de actividad física, aptitud física y riesgo de ELA. Nuestro estudio encontró que, para los hombres, llevar un estilo de vida más activo podría estar relacionado con un menor riesgo de ELA más de 30 años después”, dijo el doctor Anders Myhre Vaage, autor del estudio.
¿Cómo se realizó la investigación?
El nuevo estudio incluyó a más de 373 mil personas en Noruega, su edad promedio era de 41 años y se les dio seguimiento que duró un promedio de 27 años, 504 de los participantes desarrollaron la enfermedad. De los cuales, el 59% eran hombres.
Para la investigación, a los participantes se les preguntó por su nivel de actividad física. Clasificaron su actividad en una de cuatro categorías:
- Sedentaria
- Al menos cuatro horas a la semana de caminar o andar en bicicleta
- Al menos cuatro horas a la semana de jardinería pesada o deportes recreativos
- La participación varias veces a la semana en entrenamientos duros o deportes competitivos.
Pocos fueron los participantes que se colocaron en el grupo más activo, por lo que los investigadores combinaron las dos categorías principales en un grupo de “alta actividad”.
De los cerca de 42 mil hombres que se describieron a sí mismos como los más activos, solamente 63 desarrollaron ELA durante el estudio. En cambio, de los 77 mil participantes con niveles de actividad intermedios, 131 desarrollaron la enfermedad, al igual que 68 de los 29 mil 500 que eran menos activos.
Después de ajustar factores como el tabaquismo y el índice de masa corporal, los investigadores encontraron que el grupo más activo tenía un riesgo un 41% más bajo que el grupo menos activo. Los que tenían niveles moderados de actividad tenían un riesgo de un 29% más bajo.
“Los niveles moderados a altos de actividad física y aptitud física no solo no aumentan el riesgo de ELA, sino que podrían proteger contra la enfermedad. Se necesitan más estudios futuros sobre la conexión entre la ELA y el ejercicio para considerar las diferencias sexuales y los niveles más altos de actividad de los atletas profesionales”, indicó Myhre Vaage.
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