Existen diferentes productos de limpieza que son eficaces para dejar tu hogar impecable, sin embargo, hay uno en específico que no debes mezclar con bicarbonato.
El bicarbonato se usa normalmente para eliminar acumulación de grasa y mugre, pero también para abrillantar diferentes superficies por lo que es un gran aliado en la limpieza.
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¿Cuál es el producto de limpieza que nunca debes mezclar con bicarbonato para limpiar la casa?
El bicarbonato se puede utilizar solo, es decir, disuelto en agua; o bien se puede mezclar con ingredientes como jugo de limón, vinagre y sal, para reforzar su acción limpiadora.
Sin embargo, hay una sustancia con la que no debes mezclarlo, ya que la combinación puede resultar peligrosa y esta es la lejía (hipoclorito de sodio).
¿Por qué no debes mezclar bicarbonato con lejía?
Mezclar bicarbonato de sodio y lejía genera un gas tóxico denominado cloramina, además de otras sustancias y subproductos como el clorato o el clorito.
La exposición a estos gases puede generar problemas de salud como irritación en el sistema respiratorio y provocar diversos problemas como tos, dificultad para respirar, ardor o lagrimeo en los ojos.
Además, la reacción que se crea por mezclar estas sustancias puede liberar calor y salpicar, lo que podría provocar irritación de la piel o de los ojos.
La mezcla también puede ser corrosiva para los muebles del hogar
Además, la mezcla de estos productos no solamente puede dañar la salud de las personas, sino que además puede ser corrosiva para las superficies por lo que es más conveniente usar y almacenar la lejía y usar el bicarbonato de sodio por separado.
También es importante que sepas que la lejía no debe mezclarse con casi ningún otro producto para la limpieza ya que puede desprender gases tóxicos o crear reacciones químicas peligrosas, y debe usarse siempre con una muy buena ventilación.
¿Qué lugares de tu hogar puedes limpiar con bicarbonato?
Como ya lo dijimos antes, el bicarbonato es un gran aliado para la limpieza de la casa y estas son algunas formas en que lo puedes emplear:
- Para limpiar y desengrasar el horno
- Para eliminar olores en el refrigerador
- Para higienizar el inodoro
- Para aumentar el brillo y la limpieza en el suelo y otras superficies
- Para devolver el brillo a los metales, como el acero inoxidable
- Para limpiar y quitar las manchas de la ropa
- Para desinfectar y desatascar el fregadero
- Para quitar la suciedad de las cazuelas y otros cacharros.
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