Tanto el aceite de oliva como el bicarbonato de sodio, son productos versátiles que no solo se usan para preparar alimentos, también para cuidar de nuestra piel. En esta nota te compartimos los beneficios de usar estos dos productos para tu rostro.
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Beneficios del aceite de oliva y bicarbonato de sodio
Según Mary Flynn, investigadora en nutrición y fundadora de la Iniciativa para la Salud del Aceite de Oliva, los fenoles que contiene este producto son antioxidantes, es decir que retrasan el envejecimiento de las células, por lo que es ideal para cuidar la piel, informa El Universal.
El aceite de oliva contiene vitamina A. Esta contribuye a la creación de membranas celulares y frena el estrés oxitativo. Por la tanto, disminuye la aparición de arrugas y líneas de expresión. Por otro lado, la vitamina E que contiene aporta elasticidad y firmeza.
Por su parte, exfoliar la piel con bicarbonato de sodio es una de las mejores formas de mantener el tejido limpio y más suave. Debido a su naturaleza alcalina, el bicarbonato ayuda a reducir la grasa de la piel, ya que cambia su pH y, por lo tanto, también reduce los poros dilatados. Esta acción puede combatir el acné.
La textura granulada del bicarbonato de sodio actúa como micro exfoliante en el rostro. Así que limpiará a profundidad, elimina la suciedad y depura las células muertas en la capa externa de la piel, señala Essalud.
Además, debido a que elimina las impurezas con facilidad, el bicarbonato es una gran lucha contra las bacterias que eventualmente pueden aparecer en la piel, informa el medio Naranjas Corbera.
¿Cómo preparar una mascarilla de bicarbonato con aceite de oliva?
Recuerda que antes de aplicar cualquier producto en tu piel debes realizar una prueba de alergia. Sólo tienes que untar un poco de la mezcla en una parte de tu piel y supervisar que no produzca erupciones, irritación y quemaduras.
Necesitarás los siguientes ingredientes para preparar una mascarilla para cuidar tu piel de acuerdo con El Universal:
- 1 cucharada de aceite de oliva extra virgen.
- 1/2 cucharada de bicarbonato de sodio.
- Jugo de 1 limón.
En un recipiente, mezcla todos los ingredientes hasta obtener una pasta homogénea. Con el rostro limpio, aplica la mascarilla y realiza movimientos circulares suaves sobre la piel. Deja actuar por 20 minutos, enjuaga con agua tibia y finaliza con tu crema hidratante.
Los resultado te encantarán tanto que empezarás a usarlo semanalmente. Si vas a exfoliar tu rostro.
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