¿Qué tan malo es respirar por la boca?

Desde que somos pequeños se nos ha enseñado que a la hora de respirar -más aún a la hora de inhalar o tomar aire- debemos hacerlo exclusivamente por la nariz, evitando a toda costa utilizar nuestra boca para el proceso, a menos que estemos soltando el aire (exhalando).

Sin embargo, es posible que a pesar de estas enseñanzas bien aprendidas (y constantemente repetidas), en más de alguna ocasión nos encontremos a nosotros mismos olvidándonos de la función principal de nuestra nariz, y utilizando la boca para poder meter y sacar el aire de nuestros pulmones.

Pero, ¿realmente es algo que tiene efectos negativos o solo es que lo consideramos socialmente poco aceptable? En realidad, ¿qué tan malo es respirar por la boca? Los especialistas dicen que la respuestas a estas preguntas es un depende.

Y además, agregan que a la hora de elegir por dónde respirar, sea la nariz o la boca, se deben tener en cuenta diversos factores, que finalmente serán los que influyen y terminan por determinar casi automáticamente por dónde inhalamos y exhalamos.

Por la nariz o por la boca, ¿por cuál deberías respirar?

Aunque todos los seres humanos hemos llegado a realizar ambos tipos de respiración (nasal y bucal) para obtener aire de forma efectiva, los expertos, como el doctor Jason Turowski, aseguran que la mejor forma de respirar es por la nariz, ya que tiene más beneficios a nuestra salud.

Y no es de sorprender, ya que como explica el especialista en medicina pulmonar a Cleveland Clinic, respirar por la nariz se trata de un proceso que desarrollamos casi por instinto y que tiene mucho qué ver con nuestra evolución, volviéndose una actividad "por default” o automática.

Entonces, ¿es algo solo instintivo? En realidad no: respirar por la nariz tiene muchos beneficios para la salud, muchos más que respirar por la boca, añade WebMD. Y esto se debe especialmente a la forma en que se procesa el aire que ingresa y se encamina a nuestros pulmones:

• Nuestra nariz filtra las toxinas y partículas que hay en el aire gracias a que cuenta con unas estructuras pequeñas, similares a vellos, llamadas cilios, evitando así que lleguen a los pulmones.
• El aire se humidifica al ir pasando por las estructuras nasales, lo que ayuda a la correcta lubricación de las vías respiratorias, y por lo tanto previene la sequedad de la garganta.
• La temperatura del aire se controla y regula antes de llegar a los pulmones, que necesitan que este no esté demasiado frío, ni muy caliente.
• Ayuda con el asma y otros problemas respiratorios.
• Evita (o reduce) la hiperventilación que puede ser ocasionada por problemas como la ansiedad, ya que se evita el exceso en cantidad de aire y la velocidad con la que se toma.

Pero, ¿qué puede pasarte al respirar por la boca?

Incluso si respirar por la nariz es casi un instinto, es posible que en más de una ocasión nos encontremos a nosotros mismos respirando por la boca, ya sea porque tenemos gripe o porque nos han dado alergias. Pero, ¿es malo respirar por la boca?

Los especialistas explican que respirar por la boca no es algo recomendado, y es que si bien en ocasiones podría parecer algo inevitable (y habrá ocasiones donde lo sea), esta práctica, a la larga, puede traer muchos más efectos negativos que positivos.

Para comenzar, aunque al respirar por la boca sí estamos obteniendo aire y oxígeno, la realidad es que este podría no ser el suficiente, como explica el centro Maxilofacial, Maxilo Dexeous, ya que a diferencia de la respiración por la nariz, la respiración por la boca es solo superficial y no profunda.

Pero además, los especialistas aclaran que al respirar por la boca, más aún si lo haces de forma habitual o rutinaria, puedes enfrentarte a otros efectos negativos a tu salud, que pueden variar en gravedad:

• Puedes presentar problemas dentales, entre ellos el mal aliento (halitosis), caries o una inflamación de las encías (gingivitis), debido a que al respirar por la boca la saliva -que funciona como protector de tus dientes- se seca, perdiendo efectividad.
• Los labios se resecan e incluso pueden cuartearse. 
• Es posible que cause ronquidos, e incluso apnea del sueño, y por lo tanto una reducción en la calidad del descanso.
• Sequedad de garganta y también bucal, ya que el aire no se humidifica.
• Las alergias y condiciones asociadas (como el asma) pueden empeorar debido a la falta de filtración del aire, por lo que las partículas causantes de alergia (alérgenos) entran directamente al organismo.
• Es posible presentar cambios en la mandíbula y el rostro.
• Se reduce el rendimiento en las actividades físicas, como los deportes.
• En los niños incluso puede llevar a problemas en el aprendizaje y problemas de conducta, relacionados a una mala calidad del sueño.

Aunque respirar por la boca en ocasiones es una opción

Si bien lo ideal es evitarlo, es posible que en algunos casos respirar por la boca sea necesario para obtener el aire que necesitamos, ya que existen condiciones que impiden respirar por la nariz de forma adecuada o satisfactoria.

De hecho, los expertos aclaran que si eres de las personas que se inclinan por respirar por la boca (o si te encuentras a ti mismo haciéndolo más de lo que crees que deberías), podría ser una señal de que tienes alguna de las condiciones que más frecuentemente causan esta situación:

• Congestión nasal, causada por catarros, problemas de sinusitis, o alergias.
• Desviación del tabique nasal, lo que reduce el tamaño de una de las fosas nasales, y puede producir, además de problemas para respirar por la nariz, una congestión nasal crónica.
• Falta de aire o respiración corta, como ocurre en pacientes con problemas como el asma, alguna enfermedad cardíaca, e incluso el molesto reflujo.
• Las personas con ansiedad también pueden llegar a necesitar de respirar por la boca en ocasiones, pues es probable que sientan que no toman suficiente aire a la hora de utilizar la nariz.
• Una inflamación de las glándulas adenoides (ubicadas entre la nariz y la parte superior de la garganta), algo que ocurre usualmente en niños.

Según anota el Dr. Turowski, existen solo dos condiciones para que respirar por la boca sea válido y algo elegible: tener congestión nasal, o que exista la necesidad de que el aire llegue a tus pulmones con rapidez.

 

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