Personas entre 18 y 35 años comprenden la relevancia del sueño y la salud, por lo cual toman el control de sus rutinas para tener una hora de sueño establecida, aunque eso cueste saltarse la cena. Así detalla una publicación del The Wall Street Journal quienes retoman un análisis de camas inteligentes de Sleep Number. Encontraron que personas entre 18 y 34 años se acostaban a las diez de la noche con seis minutos, doce minutos antes que el año anterior.
“A mí no me pasa nada bueno después de las nueve de la noche”, menciona Emma Kraft, una joven adolescente de 19 años para The Wall Street Journal, quien ha sido entre sus amigos para cambiar su rutina de sueño.
De acuerdo con la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el país 45% de la población adulta presenta mala calidad de sueño, lo que es reflejado en la dificultad para levantarse, cansancio, somnolencia desde las primeras horas de la mañana y deterioro de la calidad de vida. Entre la mala calidad del sueño pueden estar involucradas las enfermedades del dormir o los trastornos del sueño.
¿Cuál es la importancia del sueño en la salud?
Según Office of Disease Prevention and Health Promotion, dormir lo suficiente ayuda a mantener la mente y el cuerpo sanos. La mayoría de personas adultas necesitan 7 o más horas de sueño de buena calidad en un horario similar todas las noches. Dormir lo suficiente no sólo se refiere al total de horas de sueño, también es relevante la calidad, el horario constante y sentirse descansado al despertar. Entre sus beneficios están:
- Reducir la frecuencia de enfermedades
- Mantener un peso saludable
- Reducir el riesgo de problemas graves de salud, como diabetes y enfermedades del corazón
- Disminuir el estrés y mejorar el estado de ánimo
- Tomar mejores decisiones, evitar lesiones y llevarse mejor con las demás personas
Mayo Clinic detalla que la falta de sueño puede afectar el sistema inmunitario. Diversos estudios han demostrado que las personas sin horas de sueño de calidad o suficientes horas de sueño, tienen más probabilidades de enfermarse tras estar expuestas a un virus. La falta de sueño también puede afectar la velocidad en que una persona se recupera. Esto sucede porque al dormir el sistema inmunitario aumenta citosinas que promueven el sueño o protegen contra enfermedades.
National Institutes of Health explica que el dormir ayuda a pensar con claridad, tener mejores reflejos y concentrarse mejor. Las personas con menos horas de sueño parecen ser menos productivas en el trabajo y con el paso del tiempo, puede incrementar el riesgo de tener depresión. Además de los trastornos del sueño, las personas batallan con las distracciones de los aparatos electrónicos. Para descansar bien las personas pueden:
- Acostarse a dormir todas las noches a la misma hora y levantarse a la misma hora cada mañana
- Dormir en un ambiente oscuro, tranquilo y cómodo
- Realizar ejercicio diariamente
- Limitar el uso de aparatos electrónicos antes de irse a dormir
- Evitar alcohol y estimulantes a lo largo del día. En caso de tener problemas constantes, consultarlo con un especialista
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