Diversas investigaciones científicas han demostrado los beneficios de escuchar música cuando entrenamos, esto es porque cuando hacemos ejercicio y escuchamos música se provocan reacciones químicas que nos ayudan a alcanzar un mayor rendimiento o bien porque se neutraliza el cansancio o el dolor, por ejemplo al liberar dopamina.
Según investigaciones, escuchar música al hacer deporte mejora un 15% el rendimiento. Esto se debe a que la reacción más natural cuando escuchamos música es la de tender a movernos al ritmo que marca. Por lo que si llevamos esa cualidad al plano deportivo, la música contribuye científicamente a sincronizar nuestros movimientos.
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¿Cuáles son los beneficios de escuchar música al hacer ejercicio?
De acuerdo con los seguros de salud Generali, estos son los beneficios, e incluso la importancia de escuchar música para hacer deporte según la ciencia:
- Potencia reacciones químicas en el cerebro. Reproducir música para correr, levantar pesas o incluso nadar incrementa la producción de endorfinas del cerebro. Estos neurotransmisores potencian las sensaciones positivas como la euforia, al mismo tiempo que minimizan las negativas. Asimismo, la música permite liberar serotonina y dopamina. La primera es la responsable de equilibrar el estado de ánimo. Mientras que la segunda incrementa la sensación de placer y relajación. Además de que el ritmo de una canción también reduce los niveles de cortisol, eliminando el estrés y ansiedad acumulados.
- Mejora la coordinación corporal. Determinadas disciplinas emplean la música como apoyo para facilitar la coordinación de los movimientos. El aquagym, el spinning, el fitness, la zumba, la natación sincronizada o el patinaje artístico no podrían practicarse sin este recurso. Además, el ritmo también favorece el equilibrio y la coordinación motora cuando realizamos movimientos cíclicos. Es por ello que es enormemente útil en deportes como el running, el remo o el fitboxing a la hora de sincronizar tu cerebro con el movimiento.
- Favorece la distracción. Muchas personas recurren al ejercicio físico para aislarse de los problemas personales o como vía de escape. En ese sentido, escuchar música para hacer deporte favorece la distracción del entorno para poder concentrar tu energía en el ejercicio.
- Prolonga el tiempo de entrenamiento. Entre los beneficios de escuchar música para hacer deporte está la mejora del ritmo cardíaco, la respiración o la presión arterial. Todos ellos contribuyen a reducir nuestra sensación de cansancio.
- Aumenta tu motivación. Sin duda, el 50% del éxito de un entrenamiento reside en la motivación que tengas para afrontarlo. La música es la herramienta perfecta para sacar lo mejor de ti y mantener tu motivación.
Sin embargo, y de acuerdo con Generali, “no todos los géneros musicales son recomendables para hacer deporte. En función de la disciplina que quieras practicar, el tipo de movimiento, la intensidad requerida o el nivel de concentración, deberás escoger el adecuado”.
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