La menopausia es la etapa en la que tienen fin los ciclos menstruales de la mujer, y en la que se viven muchos cambios hormonales que desencadenan efectos secundarios, siendo uno de ellos el sangrado de encías, es decir, la gingivitis. Descubre cómo prevenir, cuidar o mejorar tu salud bucodental.
“Los cambios hormonales de esta etapa provocan diversos efectos secundarios en las mucosas y en la cavidad oral. Entre los más frecuentes se encuentra la gingivitis, enfermedad bucal generalmente bacteriana que provoca inflamación y sangrado de las encías”, dijo la doctora Irene Esteve, odontóloga y experta en estética dentofacial a 20 Minutos.
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Por qué nos sangran las encías en la menopausia
De acuerdo con la especialista puede aparecer la sensación de boca seca o xerostomía, que ocurre cuando las glándulas salivales no funcionan correctamente y son incapaces de producir la cantidad suficiente de saliva que permita mantener un nivel óptimo de humedad en la cavidad oral.
Esto provoca que aumente el riesgo de padecer infecciones bucales y desarrollar problemas gingivales y dentales, pues no existe la cantidad de saliva adecuada para mantener protegidos los dientes y controlar la proliferación de microorganismos en la boca. Pero hay solución: “Si notas que te sangran las encías o cualquier otra molestia siempre hay que acudir al odontólogo ya que estas cosas tienen tratamiento”.
Cómo mejorar la boca seca
Para ayudar a mejorar los síntomas de la boca seca existen para mejorar los sintomas:
- Utilizar un humidificador. Especialmente en la noche, para mantener el aire húmedo y evitar que la boca se seque mientras duermes.
- Evitar respirar por la boca. Porque puede empeorar la sequedad. Intenta respirar por la nariz tanto como sea posible.
- Realizar revisiones dentales periódicas. Para controlar la salud bucal y recibir recomendaciones personalizadas de un profesional.
La odontóloga precisa que, en el caso de la menopausia, también sucede el síndrome de la boca ardiente, que se define como una sensación de quemadura o ardor que suele afectar a la lengua, a los labios, las encías, el paladar, y la garganta”, por lo que se sugiere visitar a un especialista.
Este síndrome es el responsable del sabor amargo o metálico, el hormigueo o el entumecimiento en la boca. Aunque es algo que también incide en los hombres, sobre todo mayores de 50 años, así como en las mujeres en la etapa de la perimenopausia o posmenopausia, y quienes fuman.
En resumen, la mejor forma de prevenirse o mejorar es consultar a un profesional para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado, además de reforzar hábitos dentales a través de un buen cepillado, el uso de colutorio, de hilo o un irrigador dental.
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